88

1.5K 150 0
                                    

—¿Qué haces aquí? —le pregunta _______ mientras Angie se acerca a la mesa. O sea, ¿cómo es que no estás en casa?

—¿Qué hago yo aquí? Vivo aquí. ¿Qué haces tú aquí? — Mira a _______ con escepticismo, como si no pudiera creer que lo que ve es real.

—Te has cortado el pelo —dice _______ estúpidamente.

—Sí, casi cuatro dedos... —Angie se queda en silencio. Mira a _______ y a Andy.

—Oh, eh, perdona, este es Andy y supongo que a estas alturas ya te habrás imaginado que esta es Angie.

—He oído hablar de ti —dice Andy, que está claramente mucho más cómodo que ellas dos.

A _______ le sorprende el comentario. Parece sacado de una conversación formal en una fiesta elegante pero _______ le agradece el detalle. Ahora se da cuenta, al mirar a Angie, de que ha herido los sentimientos de su mejor amiga. Espera que las palabras de Andy le hagan ver a Angie que no la ha olvidado, que ha pensado en ella y ha hablado sobre ella en estos últimos ocho meses, que todas las cosas que han hecho juntas durante todos estos años aún le importan.

—Hola. —Angie le hace un gesto con la cabeza—. Bueno, ¿y qué haces aquí? — Vuelve a centrar su atención en _______.

—Yo... necesitaba recoger unas cosas de casa —le contesta _______ después de un segundo. Es lo único que se le ocurre decir, y de hecho, la única razón con algo de sentido que tiene para ir allí es recoger el Bulfinch—. Y tú, ¿qué haces por aquí a estas horas? —vuelve a preguntarle a Angie.

—Oh, tengo que recoger unas cosas para mi madre —contesta Angie encogiéndose de hombros—. Está organizando una cena. Hubo un escape de agua en el instituto y se inundó todo el edificio. Tenemos dos días libres hasta que lo limpien todo. —Habla con frases breves y tajantes.

—Tiene sentido, supongo... —_______ intenta sonreír pero no le sale bien.

—Iré a pedir. —Andy se levanta y mira a _______. Está claro que espera que _______ le pregunte a Angie si se quiere sentar con ellos.

—Yo tengo que volver enseguida —dice Angie. Las palabras le salen a trompicones.

Es obvio que no quiere darle a _______ la oportunidad de que le vuelva a rechazar. Pero en cuanto Andy se va, ella se sienta en el banco. Mira a _______ fijamente, pero ninguna de las dos dice una palabra y el silencio que se crea no es el agradable silencio compartido por dos amigas.

—Me gusta cómo te queda el pelo —dice _______ finalmente.

—Gracias. —No parece que Angie se sienta especialmente halagada. Mira a _______ con atención—. Yo no te había visto llevar trenza desde que tenías seis años. Me acuerdo de que tu madre siempre te la hacía.

¿De verdad?

Parpadea intentando apartar esa visión, volver a concentrar-se en el momento presente.

_______ lo había olvidado completamente, pero ahora le viene la imagen a la cabeza.

Recuerda revolverse en un taburete, desesperada por liberarse y poder ir a jugar con Angie mientras su madre estaba detrás suyo con un cepillo en la mano.

—¿Y te cuesta menos arreglarte el pelo ahora que lo llevas mucho más corto? Es que tardabas siglos en secártelo... —_______ no se puede creer que eso sea todo lo que se le ocurre decir a su amiga después de tantos meses, que su relación se haya visto reducida a esta charla superficial, y sabe que es todo por su culpa.

Pero Angie no quiere tomar parte en el asunto. Ahora que las dos están solas, decide ir al grano.

—Mi madre me dijo que tú no me llamabas ni me contestabas a los correos electrónicos ni nada porque las cosas para ti simplemente eran demasiado duras en este momento...

—Tiene razón —empieza _______ con avidez, contenta de poder tener la oportunidad de explicarse. Se inclina sobre la mesa—. Sabes...

—Pero yo le dije que no era posible —le corta Angie —. Porque yo le dije que si este fuera el caso tú me dirías algo tipo «¡Eh, Angie! Ahora mismo no puedo estar por ti, en cuanto esté preparada, tú eres la primera...». Le dije que tú no ibas a ignorarme sin más, que tú no eras así. Tú no podías ser tan... falsa. Emocionalmente falsa, quiero decir.

_______ se incorpora de la sorpresa.

—Lo... lo siento muchísimo —dice entre balbuceos. Siente como si le hubieran dado una bofetada pero no puede enfadarse con Angie porque sabe que su amiga tiene razón—. No tendría que haber...

—¡Odio decirte cosas así! —explota Angie—. ¡No quiero hablarte de esta manera! ¡Me siento como si fueras mi ex o algo así y te estoy suplicando que me llames! ¡Y, además, me siento tan egoísta! Debería estarte preguntando cómo lo has llevado estos meses, no enfadándome contigo. —Hace una pausa—. Bueno y, ¿qué tal te han ido estos meses? —dice después de un momento.

—No demasiado bien.

¡A eso le llamo yo quedarse corta!

_______ se pregunta qué ocurriría si le enseñara los brazos a Angie. ¿Le perdonaría por no haber llamado? ¿Comprendería entonces en qué se ha convertido su vida? ¿Se lo diría a su madre? Pues claro que lo haría. Ni siquiera lo pensaría dos veces. No sería como Andy. Angie conoce a toda su familia desde que las dos tenían cinco años.

No se pararía a escuchar las protestas de _______ . Se lo diría a su madre. Y su madre se lo diría a Josh. Le quitarían las cuchillas. Harían algo al respecto. Esta parte de su vida se habría acabado.

_______ no está aún preparada para que esto ocurra, pero por un breve instante le invade una necesidad tan grande que, literalmente, tiene que reprimirse el impulso de mostrarle los brazos a Angie. Solamente tiene que subirse las mangas y todo se pondrá en marcha.

Pero, en lugar de eso, esconde las manos bajo la mesa. Las apoya en su regazo. Se pone a retorcer una servilleta. Hace cualquier cosa para mantenerlas ocupadas.

—Te... Te echo de menos —dice finalmente _______ sin poder apartar los ojos de la servilleta—. Te echo de menos y echo de menos cómo eran las cosas entre nosotras antes. Y, aunque tu madre tenía razón... tú también la tenías. —_______ mira a Angie—. Debería haberte dicho que no podía hablar contigo. —De nuevo, y para su sorpresa, siente que se le rompe la voz. Pero, al igual que antes, es solo un instante.

—¿Y ahora? —pregunta Angie.

—Te... te llamaré —dice _______ —. Me gustaría quedar contigo.

—¿De verdad? —Angie la mira con escepticismo.

—De verdad —le asegura _______ —. Pero, oye... —se sonroja al pensar en los reproches que le ha hecho antes Angie —. No creo que vaya a ser dentro de poco.

—Oh —dice Angie lentamente—. Bueno, supongo que, en ese caso, me tendré que esperar. Espero... bueno, espero que esta vez no vayan a ser ocho meses más. Y _______ ... —Angie sonríe tímidamente—, de algún modo sí que me llegué a creer lo que mi madre me decía. Si no, no hubiera seguido llamándote todos estos meses.

Se miran a través de la mesa sin decir una palabra. La diferencia es que, esta vez, el silencio no es incómodo...

La chica de la sonrisa rota. [Andy Biersack y Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora