SABIDURÍA

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— ¡Alto! ¡Zeus!—Escuché la lejana voz de Pólux, quien le rogaba a Zeus que se detuviera, pero las imágenes no cesaban, y Atenea aún estaba en un profundo trance igual con los ojos blancos en su totalidad

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— ¡Alto! ¡Zeus!—Escuché la lejana voz de Pólux, quien le rogaba a Zeus que se detuviera, pero las imágenes no cesaban, y Atenea aún estaba en un profundo trance igual con los ojos blancos en su totalidad. 

Las imágenes pararon de golpe y Pólux me desató de la silla...— ¿Cómo te sientes hermanita?

— ¿Estás loco, Pólux? Faltaba información ¡Ella pudo haber muerto! —Le gritó Atenea realmente enfadada.

— ¡Ella ya estaba muriendo! —Yo sin entender a lo que Pólux se refiere veo que saca un pañuelo blanco y lo pone en mi nariz llena de sangre.

—No te preocupes Atenea, pude recibir toda la información.... Estoy bien Pólux, solo es una pequeña hemorragia nasal, ¿Zeus estas bien? —pregunto mirándolo desconcertado sin dejar de mirarme.

—En realidad pudiste haber muerto.

—No te preocupes, en verdad estoy bien...

—No, la maldición que tienes no es solo una maldición,  es algo muy oscuro y que te puede controlar si tú no lo detienes a tiempo.

—Así que era eso, cuando entré a su mente vi una presencia oscura de tras de ella, pero pensé que se debía a que ella tenía un lado mortal y eso era normal.

—Tu maldición hizo interferencia con el don que Atenea te estaba dando, por eso te estaba afectando, de cualquier manera tendremos tiempo para investigar de donde viene lo que te hizo esa hechicera.

A partir de ese momento empecé a tener otra perspectiva de la vida, todo lo que mis ojos veían me parecía antaño a comparación de lo que los humanos habían logrado, estaba segura que Eros estaría orgulloso de mi al darse cuenta que ahora sé que es una red social. Ahora entendía por qué los humanos se destruían, guerras, tecnología, religión  e injusticias, tenía que aprender a controlar mi nueva mente si no quería perderme como los humanos.

— ¿Cómo te sientes? — preguntó Atenea verificando que todo hubiera salido bien — Debes sentirte confundida.

—Me es extraño; si... pero es bueno saber a lo que me enfrento, por otro lado me siento poderosa y debe ser porque tengo la energía de Artemisa y Eros, ¿Así es cómo te sientes al saber muchas cosas?

—Yo no me siento poderosa, lo soy.  —Afirma segura de sí misma y sonríe orgullosa. — Yo nací de la cabeza de Zeus, por eso tengo toda esta sabiduría, no porque alguien me la diera; yo soy la sabiduría personificada.

—Entonces debes saber cuál es el origen de la maldición que tiene ¿no Atenea? —Preguntó Zeus retando a Atenea a contestar. —Atenea me miró y entrecerró los ojos,  caminó hacia mí y continúo.

—La sombra que lleva encima es engañosa, pero veo a un ser con alas dándole instrucciones, ese es un ser falso, no es un ángel, y sea lo que sea tiene en su poder algo muy importante.

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