¿Será posible que uno de los personajes mas odiados en la historia tenga un final feliz?
Es lo que intenta averiguar Helena después de todos los acontecimientos que la sentenciaron en Troya. Superando la maldición de convertir en Oro cualquier cos...
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Después de que todos me llenaran de preguntas por la situación de Ares todos bajamos a cenar juntos, extrañamente no había visto a Anubis en la mayoría del día, es cierto que ya habíamos aceptado que nos gustábamos pero en verdad esta vez tenía una muy mala espina sobre su ausencia.
— ¿Helena, estas ahí?—pregunta Artemisa y salgo de mis pensamientos, en estos momentos la cafetería está abarrotada de estudiantes de todo tipo y es casi imposible poder escuchar todo el mundo.
—Sí, perdón... ¿Qué decían?
—Te estábamos preguntando quien sería el siguiente de nosotros, ya sabes, para volver a tener nuestros dones.
—Bueno depende de la clase de mañana con el profesor Camazot, primero tengo que entregarle un informe de lo que vi con Ares y él también lo tiene que hacer, así que en el momento que me dé banderazo yo elijo al siguiente. —les explico y me concentro en mi sopa de verduras que casi no he probado.
—oh, vamos por lo menos danos una pista Halley... —continua Eros y cuando voy a responderle mi celular suena, así que lo saco y miro el mensaje, Zadquiel me pide que lleve a nuestro clan a la oficina del director y frunzo el ceño.
—Chicos, tenemos que ir a dirección, nos llaman... y no sé por qué siento que es urgente. —Todos se miran y se paran de inmediato siguiéndome.
Recorremos todo el Liceo para llegar a donde el director se encuentra y Zadquiel ya nos está esperando en la sala de espera.
— ¿Qué ocurre Zadquiel?—pregunto impaciente y él se acerca a mí con el rostro un poco preocupado, una seriedad que jamás había visto en él.
—Por favor aguarden aquí, en cuanto el Clan Egipcio salga ustedes podrán pasar, solamente...—Zadquiel para en seco lo que iba a decir niega con la cabeza. —Lo siento mucho Helena... —Me dice y sale de la sala de espera, mi corazón se encoge y mi mente comienza a armar las piezas, el Clan Egipcio está con el director, y sus palabras suenan a pésame justo el día en que Anubis y yo aceptamos nuestra relación ¿le habrá pasado algo a Anubis? Mis manos se ponen frías y sudan como si estuvieran a punto de recibir una mala noticia.
Cuando me dejo caer en uno de los sofá s de la sala se abre la puerta de dirección, de inmediato me pongo de pie y mi alma descansa al ver que sale Anubis, suelto un suspiro tranquilo, los demás del Clan Egipcio me miran y siguen su camino, todos callados sin decir nada, ni siquiera Bastet, entonces Anubis se me acerca con una mirada casi triste y me abraza. Después me toma de los hombros y me mira atento.
—Esto lo único que hará será unirnos más, te quiero fuerte... ¿me entiendes? Te veré en una hora en la biblioteca, piensa frio sobre todo cuando te digan la noticia. — Él me besa la frente y se va sin decirme nada más. Casi al mismo tiempo Satya la asistente del director nos llama.
—Clan Griego, por favor pasen. —Todos se paran y entramos a la oficina. Miguel Ángel sigue tras su silla con sus manos unidas recargadas en su mentón y mirándonos casi sin saber cómo hablarnos.
