BATALLA DE DIOSES

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—Hola pequeña Freya ¿Cómo estás?— Preguntó intentando ser un caballero, fingido pero al final caballero, mientras buscaba con la mirada al Clan Egipcio una mujer llego al gimnasio con una actitud increíblemente llamativa, sus ropas parecían ser la...

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—Hola pequeña Freya ¿Cómo estás?— Preguntó intentando ser un caballero, fingido pero al final caballero, mientras buscaba con la mirada al Clan Egipcio una mujer llego al gimnasio con una actitud increíblemente llamativa, sus ropas parecían ser las mismas que utilizaría Atenea para la batalla, su cabello estaba recogido por una coleta alta y aun así lucia increíblemente femenina, todos la miraban con cada contoneo que daba.

— ¡Ya que tengo toda su atención me presentaré, mi nombre es Astoret y soy la diosa de la Guerra en cinco culturas diferentes!—Ares al oír eso dejó de ponerle atención a Freya quien agacho la mirada triste. — ¡Y yo seré su maestra en entrenamiento y combate, todos y cada uno de ustedes deben estar preparados, cualquiera de sus compañeros puede ser su siguiente adversario, háganme un favor y miren al compañero que está a su lado!

Todos con un poco de pena nos miramos entre risas y temor, y sin darme cuenta me lleve la sorpresa de que los dioses egipcios ya habían llegado.

— ¡A mí no me importa si eres un humano y te toca pelear con un minotauro! ¡A mí no me importa si eres un dios y peleas con un Centauro! ¡A mí no me importa si eres una humana y peleas contra un Ciclope! ¡Lo único que me importa es que cada vez que pelees, pelees con valor y fuerza; con toda la que tengas!—La palabras de Astoret me erizaban los bellos de la piel, ella se veía tan poderosa y tenía la fuerza para motivar a todos. — ¡Ahora damas, caballeros, criaturas, dioses y semidioses, hoy subirán a este ring, con la persona que este a su derecha!, y si se cambian de lugar yo misma los regresaré.

De inmediato me percaté que Freya seguía a la derecha de Ares, quien estaba totalmente decepcionado por la pareja que le había tocado, y al girarme me sorprendí al notar que Bastet estaba a mi lado, ella era un poco más alta que yo, lo cual me hizo sentir un poco en desventaja, y por alguna razón sentía que ella querría matarme por los últimos coqueteos que eh tenido con su novio Anubis. Atenea pelearía con Quetzalcóatl, Anubis con Freyr y Artemisa con Xochiquétzal, definitivamente eran las batallas más extrañas que veríamos.

— ¡Muy bien! ¡Los primeros en subir al ring serán los más entusiasmados! ¡Quiero que suban aquí la señorita Freya y el señor Ares!—Aun me parecía una gran locura, conociendo a Ares haría añicos a Freya solo por su pasión a la guerra, Freya sin mostrar miedo, caminó rumbo a ring, mientras que Ares la seguía molesto.

La profesora Astoret subió al ring de un solo salto y se colocó en medio de los dos, Ares se quitó la playera y de nuevo dejó mostrar su increíblemente perfecto dorso lleno de tatuajes y marcas de guerra, mientras que Freya solo se quitaba su sudadera y se sacaba la playera del short para estar más cómoda. Su hermano Freyr se colocó en la esquina de Freya esperando a darle algunas indicaciones.

—Muy bien jóvenes lo que pasara será lo siguiente, se bajara una jaula— Entonces todos los estudiantes miramos al techo al mismo tiempo para comprobar si efectivamente había una jaula para el ring, y sí; ahí estaba. — la primera persona de los dos que baje el pañuelo que se encuentra colgando de ella gana, no se trata de matarse, se trata de que tengan imaginación y eficacia, no golpes bajos, el primero que tire uno será descalificado, ¡pueden noquearse; mas NO matarse! ¿Quedó claro señorita Freya?

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