°POR LAS NUBES°

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Eros baja del taxi y espera para que el taxista abra el maletero y sacar sus cosas, le pido al taxista que espere en lo que voy por los demás "actores" y comienza a leer un periódico para entretenerse

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Eros baja del taxi y espera para que el taxista abra el maletero y sacar sus cosas, le pido al taxista que espere en lo que voy por los demás "actores" y comienza a leer un periódico para entretenerse. Justo cuando voy a tocar la puerta  Pólux abre y regresa a la mitad de la cabaña. Eros y yo quedamos boquiabiertos al ver que Pólux puso a los dioses a hacer una simulación de avión con las sillas que había en la cabaña, y lo gracioso es que todos están tomando sus papeles tan bien que prefiero no molestarles.

— ¡recuerden que deben de tener abrochados sus cinturones antes del despegue y antes del aterrizaje! ¡No deben aterrarse, es algo parecido a la sensación de viajar al carruaje volador del que tanto están acostumbrados!, y también recuerden que no deben decir sus nombres en el avión, no queremos que piensen que estamos locos ¿verdad?

— ¿Pólux? No deben preocuparse por la privacidad en el avión, Zeus se lució y nos contrató un avión privado para evitar cualquier problema con los pasajeros normales, no me gustaría interrumpir sus clases pero el taxi nos espera a todos afuera y por cierto él piensa que todos nosotros somos actores rumbo a una gran obra de teatro en Viena así que dejemos que siga pensándolo.

Los dioses se levantan de sus sillas apurados y toman sus pertenencias para empezar a salir de la cabaña, salen algo serios y Artemisa toma mi brazo para caminar junto a mí.

— ¿Estas lista para el espectáculo hermana? — me pregunta sonriente con ese semblante suyo.

—No sé cómo serán los demás dioses de las otras culturas, pero haré todo lo posible por simpatizarles, además no voy sola; ahora llevo a todos mis hermanos.

—Eso sin duda, yo estoy que muero de emoción por conocer a los demás dioses de la cacería y de la luna, debe ser increíble compartir nuestros puntos de vista.

— ¡Camina más rápido abuela! —Grita Pólux ya en la puerta del taxi con los demás y Artemisa y yo aceleramos el paso.

Tuvimos suerte de que el taxi fuera una gran camioneta, ya que en un auto normal hubiera sido un caos ir los siete y sobre todo con sus diferencias. Ares y Hefesto se sentaron en los primeros lugares, Ares le iba contando historias de sus batallas a Hefesto quien lo escuchaba atento, en el segundo asiento iban Eros y Pólux quienes discutían como normalmente lo hacían, y en el último íbamos Atenea, Artemisa, Apolo y yo, con una especie de silencio incomodo, ya que no nos llevábamos exactamente bien. Y después de unos segundos el taxista arrancó y nos empezamos a dirigir al Aeropuerto de Atenas, con nervios y un extraño dolor de estómago empezó nuestra nueva aventura.

Creo de después de todo ahora puedo sentir lo que sentía la mujer que me crío, tener que cuidar a cuatro mujeres y saberlas guiar, creo que si me viera cuidando a los mismísimos dioses griegos estaría muy orgullosa de mi. Lo cierto es que no debería cantar victoria tan pronto, aun que podía saber todo sobre la época, también sentía cierta inseguridad en mis actos, estaba tan acostumbrada a que todo me saliera mal que sentía que podía meter la pata en cualquier momento.

ImmortaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora