¿Será posible que uno de los personajes mas odiados en la historia tenga un final feliz?
Es lo que intenta averiguar Helena después de todos los acontecimientos que la sentenciaron en Troya. Superando la maldición de convertir en Oro cualquier cos...
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—Vaya... vaya... al fin llegó mi hija favorita...— me dice barriéndome con la mirada y observando a detalle mi armadura. —Y por lo que veo estrenas ropa...
—No es ropa, es una armadura, ahora... no te lo voy a pedir dos veces, entrégame ese libro. — ella levanta el libro que se le cayó y lo sacude, sin duda ese libro es parecido al libro de Thot, pero no... es uno nuevo. De repente suelta una carcajada burlándose.
—No has cambiado nada niña ridícula... —esta vez le respondo con hechos, bajo mi mano y mi nuevo rayo sale de mí, y con la otra mano empuño a Halley, sin esperar levanto el rayo y creo un relámpago para bajarlo hasta la barrera de Polixo, un rayo lleno de energía choca con su absurda guarida... pero esta no se rompe, solo se agrieta, Polixo se pone de pie ya que se había asustado y mira nerviosa su barrera y después me observa emocionada, me sonríe desquiciadamente.—¿Sabes? Tú y yo podríamos conquistar el mundo si quisiéramos...
— Eso lo dices porque con otro rayo romperé tu barrera... así de simple, te sacaré de ahí, te quitaré ese libro y después te cortaré la cabeza...
— ¡Ja! ¿Crees que soy una mortal para que me mates de una forma tan estúpida? Te diré algo, me vale un comino que clase de poderes hayas adquirido... tú me perteneces, así que si no quieres ver sufrir a tus amiguitos solamente ríndete y ven conmigo.
—Tú no le llegas a los talones a ninguno de los dioses presentes, tus amenazas no tienen validez. —ella se ríe de nuevo y cuando se hace a un lado veo que dé tras de ella hay alguien tirado y amordazado, ella le descubre la cara y veo a Alvida. — ¡Suéltala ahora mismo Polixo!
— ¿Por qué? también es mía, si vuelves a atacar mi barrera la aniquilaré, estás sobre aviso. — me amenaza y entonces me calmo... debo pensar claro para que Alvida esté bien.
—Bien... ¿Qué quieres que haga?— le pregunto y una voz en mi cabeza interrumpe mis pensamientos << ¡Helena soy Thot, debes darte prisa! Polixo no creó ningún portal, ¡ella es el portal! Deshazte de ella y todos los espíritus dejarán de salir...>>, me pide con desesperación y no le respondo para no ponerme en evidencia con ella.
—entra a la barrera... crearé un portal a otro lugar y nos iremos de aquí... y no intentes nada con tus poderes... —levanto las manos y le estiro mi mano derecha para que me jale a su barrera, entonces me llega una idea de último segundo, ¡puedo hacerle lo mismo que Anubis me hizo para aceptar los poderes de Zeus! Haré que los espíritus la atormenten a ella... pero para eso debo concentrarme y para eso debo ganar tiempo, así que antes de que ella me dé su mano la retiro.
—Bien, me iré contigo pero tengo mis condiciones...— ella me escucha y sonríe, mientras que por dentro puedo expandir mi mente y dividirla para sentir todas las almas de los espíritus atormentados, así que hao un imán mental y los atraigo hacía Polixo como culpable de sus problemas, todo eso sin que ella sé de cuenta de lo que hago. —me trataste como basura, si estaré a tu lado no quiero cadenas, quiero que me trates con respeto y que yo tenga libertad de usar mi sangre cuando quiera. —ella se ríe sínica y me mira convencida.
