AL BORDE DEL ABISMO

428 80 10
                                    

—Creí que jamás me recordarías, Pólux y papá me lo dijeron

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Creí que jamás me recordarías, Pólux y papá me lo dijeron... —le digo tomando sus manos y ella niega.

—Era un castigo pero era el lugar donde estaba lo que no me permitía recordar, ahora que ya no existe el Olimpo recuerdo todo, excepto desde que me encerraron ahí, tu padre fue muy astuto y me envió a este lugar, después este joven llamado Anubis me encontró y me pidió ayudarte, ¿Cómo me iba a negar a ayudar mi hermosa hija? Pero ¿porque a pesar de lograr tu cometido con los poderes de tu padre te veo triste?— me pregunta tomando mi barbilla para obligarla a mirarle y Anubis se acerca para escuchar mi respuesta, Aquiles nos mira y sale del salón.

— ¿Qué ocurre, mi diosa? —pregunta también Anubis y respiro hondo para sincerarme.

—Les he ocultado a ambos una parte muy dolorosa de mi vida antes de Troya... ¿pero tú ya debiste verlo en mi mente, o no? —cuestiono a Anubis y el niega.

—Cuando hay momentos dolorosos ocultos se bloquean a que pueda leerlos, así que no cariño. —me aclara y mi madre aprieta mi mano para mostrarme su apoyo.

—Crecí con una familia adoptiva realmente amorosa, tenía siete hermanas, todas ellas hermosas y mayores que yo, nuestra madre... mi madre adoptiva nos hacía vestidos blancos con vuelo porque nos encantaba danzar a las orillas de la montaña donde vivíamos, creábamos canciones y con el viento nos sentíamos libres, si cierro los ojos aun puedo oír los cantos de mis hermanas. —comento cerrando los ojos y me es imposible no sonreír al recordar mi época de perfecta calma. —Entonces una madrugada mientras mis hermanas dormían quise aventurarme e ir a la orilla de la montaña para disfrutar de la sensación de libertad, pero... esa madrugada el viento era muy agresivo, mientras yo giraba queriendo danzar el viento me empujó a la orilla y lo único que me salvó mientras colgaba del acantilado fue una mano delgada y delicada, al alzar la mirada vi que mi madre adoptiva estaba lista para salvarme, me gritaba que me tenía, que todo estaría bien y me subió con un esfuerzo increíble, pero cuando me subió y me levantó, mi vestido se atoró con una de las ramas de los arboles... ella caminó y se atoró con él para después caer por el acantilado,—hago una pausa ver en una visión a mis hermanas cantando y riendo y cierro los ojos para concentrarme y aguantar el llanto. —Justo cuando me asomé ella estaba en el fondo sin vida, mis hermanas y mi padre salieron al oír mis gritos...

—Eso no fue tu culpa mi diosa...

—No Anubis, si lo fue, yo no debía estar ahí... después de eso todos en esa familia me miraron con repudio, mi padre adoptivo me golpeó con ramas todo el cuerpo menos la cara, claro por qué le convenía, enojado me llevó a la subasta de reyes, a veces cuando me dicen que siempre he estado maldita viene a mi mente lo que le hice a mi madre adoptiva apenas siendo una niña, tuve la oportunidad de crecer en una familia llena de amor y lo arruiné dejando a todas mis hermanas sin una madre y a un hombre sin esposa. —mi garganta empieza a cerrase mí y mi madre me atrae hacía ella para calcarme.

ImmortaliaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora