°FINALES DE SANGRE°

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De tras de él aparecieron otras cinco personas vestidas casi de igual forma que él, al mirarnos a lo lejos se detiene y le dice algo a los que yacen de tras de él

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De tras de él aparecieron otras cinco personas vestidas casi de igual forma que él, al mirarnos a lo lejos se detiene y le dice algo a los que yacen de tras de él. Anubis al darse cuenta que es otro final de sangre me hace un gesto para que vayamos a saludar al recién llegado, me pongo de pie sacudiendo mis pantalones y me encuentro con Anubis quien avanza con seguridad, cuando llegamos a su altura nos miran sin saber que esperar, sin duda aquel hombre del gran penacho parece ser el final de sangre.

—Ustedes deben ser el Clan de la Cultura Azteca— Les dice deliberadamente Anubis quien mantiene la seriedad ante aquel Dios.

—Mi nombre es Quetzalcóatl y soy el final de sangre de mi cultura. — Todo esto lo dice con un tono de voz impecable e inclina su cabeza poniendo su puño en su pecho, una vez que lo puedo ver más de cerca me doy cuenta que su sus rasgos son duros y tienen la piel decorada con varias figuras como soles y algunas otras figuras, su cuerpo sin duda era una obra de arte.

—La serpiente emplumada...— le digo y me lanza una mirada penetrante y entrecerrando los ojos me mira de pies a cabeza. —Es un placer conocerle.

—Yo estoy completamente seguro de que ustedes son Anubis del clan Egipcio y Helena de Troya del Clan Griego. — estaba tan cansada de que me empezaran a conocer como Helena de Troya que solo cerré los ojos y respirando hondo continúe

—Pueden llamarme solo Helena. —Anubis me mira y sé perfectamente que ha leido mis pensamientos, sonrie y regresa la mirada a Quetzalcóatl.

—También me alegro de conocerte Solo Helena...— Anubis suelta una pequeña risa burlona sin mirarme y decido aclararlo.

—no... yo me refería a...—Sin dejarme terminar Anubis me interrumpe aun sonriente.

—Esperamos que su viaje no haya sido tan largo y cansado como el de nosotros, ¿ellos son los dioses que han perdido la fe? —Quetzalcóatl da un paso atrás para presentar a sus dioses ellos caminan callados con la mirada seria y un tanto tímida.

—Ellos son Tezcatlipoca "Dios del espejo humeante", Camaxtli "Dios de la caza y el fuego", Tláloc "Dios de la lluvia", Xochiquétzal "Diosa del amor y la belleza", y Huitzilopochtli "Dios de la guerra".

Aunque Xochiquétzal era una mujer sus rasgos eran los de una guerrera, su cara estaba adornada con tonos dorados y de sus orejas colgaban grandes pendientes que combinaban a la perfección con el café oscuro de su mirar, a diferencia de los hombres ella llevaba un vestido típico de la cultura Azteca bordado con flores de todos colores.

— ¿Tienen agua para mi gente? —Nos pregunta aun con cierta rudeza y miro a Artemisa quien llega corriendo de otras con su mágica mochila y les entrega a todos una botella de agua, los dioses aztecas las toman aun confundidos al mirar el agua embotellada.

—Solo tienen que girar esta tapa con un poco de fuerza y beber de ella— Les explico y curiosos la destapan, la huelen y beben el agua casi de un solo sorbo para luego hacer trizas la botella.

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