CLASE DE ENTRENAMIENTO Y COMBATE

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Mientras camino por el pasillo principal de las aulas del Liceo Immortalia me doy cuenta de que el uniforme de los humanos es totalmente blanco, falda a tablas y saco perfectamente liso con un escudo del mundo en su pecho, al parecer ellos estaban...

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Mientras camino por el pasillo principal de las aulas del Liceo Immortalia me doy cuenta de que el uniforme de los humanos es totalmente blanco, falda a tablas y saco perfectamente liso con un escudo del mundo en su pecho, al parecer ellos estaban familiarizados al tomar estudio en la misma escuela que los dioses, y mientras sigo caminando varios mortales me miran susurrando cosas, tal vez por mi saco azul que hace referencia a que soy la final de sangre de la cultura Griega y que mi escudo es un Pegaso, o solo es porque soy Helena de Troya para ellos y solo conocen la misma versión de la historia del caos que yo comencé.

— ¡Oye Helena!— escucho gritar a Ares mientras pide a los estudiantes que abran paso y poder llegar a mí, es imposible no ver como todas las estudiantes mortales lo miran pensando en el como un guerrero implacable; sería una lástima que se dieran cuenta que es un dios tragón; apuesto pero tragón a final de cuentas. Cuando llega hasta a mí las demás chicas me miran con cierto recelo.

—Yo te estaba buscando...

—Sí, lo siento, este lugar es tan grande que me pierdo tan solo por dar tres pasos. —Ares comienza a caminar a mi lado sin siquiera notar a su club de admiradoras que lo miran suspirando. —Te buscaba para decirte que encontré el enorme gimnasio donde entrenan dioses y semidioses, no sé si los pequeños humanos también peleen pero creí que sería bueno proponerte una pelea como la que tuvimos en mi templo.

— ¿Por qué estás tan nervioso?—Pregunto al ver que habla más rápido y desesperado de lo normal.

—Tal vez sea por que tomé una estúpida bebida que un pequeño humano me dio, dijo que me daría energía, era algo café, es como una maldita pócima que hace que me sienta relativamente tenso.

—Ares, esa bebida es justamente para eso, para dar energía, tú naciste con niveles de energía elevados, tú debes tomar algo que te calme y que no te haga pensar en solo guerra. —Al ver que su pequeña coleta se había zafado y que su larga y sensual cabellera ahora yacía suelta, le indiqué que se detuviera frente a una escalera cercana y mientras él se quedaba parado yo quede justo arriba de unos escalones para alcanzar su cabeza, parecía un enorme Vikingo bien vestido y eso no dejaba de llamar la atención de todas las chicas que estaban a nuestro alrededor observando como lo peinaba, y él muy obediente permanecía quieto mientras lo hacía.— ¿Te das cuenta de el efecto que causas en las estudiantes Ares?

—Cuando llevas Eones como dios, llega un punto en el que deja de importante lo apuesto que eres y te olvidas del maldito efecto que causa tu perfecto cuerpo. —Cuando Ares no tiene una guerra activa, simplemente esta de malas, es fácil notarlo porque todo lo termina maldiciendo. Cuando termino de sujetar su cabellera se gira hacia mí y toma de mis manos mirándome. —No sé qué haría sin ti Alteza. —Después simplemente me besa ambas manos y las pone en su pecho, algunas chicas de que observan su escena sueltan suspiros y al ver que estas se acercan Ares me toma de la mano y me lleva arrastrando hasta el gimnasio.

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