¡¿Cómo llegué aquí?!

Cuatro

—Está bien, intenta crear al menos tres réplicas —habló Iruka. Dejó unos papeles (probablemente las listas de los alumnos) en el escritorio y se recargó en el respaldar de su silla, cruzando los brazos.

No voy a mentir, me encontraba nerviosa. El tener que hacer el examen para convertirte en genin no es algo que se haga todos los días, al menos no de dónde vengo. No, ni en sueños me imaginé hacer ésto nunca.

Exhalé en un intento por calmarme. Iruka parecía estar esperando, al igual que el "queridísimo" Mizuki.

A decir verdad, nunca me molesté en aprender el jutsu de clonación, siendo que yo ya sabía cómo se hacía el jutsu clones de sombra. Pero, si bien Naruto hizo parecer fácil el aprenderlo, a diferencia de el, a mí me llevo más de una semana.

Cree exactamente los tres clones que me pidió, haciendo pasar los clones de sombra por clones normales. Con eso pasé el examen como una alumna completamente promedio, él me dió las felicitaciones, junto con una banda ninja. En serio disfrutaría más ésto, si no fuera que cada día que estoy aquí pierdo aun más la esperanza de volver a mi casa; o por el hecho de que ni siquiera puedo hablar con nadie, para no alterar la historia.

Después del examen, simplemente me dirigí a mi departamento. Todos probablemente estarán ocupados con lo del pergamino y se supone que no debo intervenir (menos ahora, siendo que es una de las primeras situaciones del anime). De esa forma acabó mi día, me acosté a dormir, pero aún así, sentía cierta incertidumbre; como un mal presentimiento.

🍥

Me encantaba el tramo de camino que tenía que recorrer del apartamento a la torre del Hokage, algo curioso, dado que por mi personalidad obstinada, me empeñaba a no salir mucho del apartamento (a excepción de a la torre del Hokage, que voy comúnmente para ver si hay algún tipo de avance en la investigación; y a la academia, que es obligatoria). Tal vez es mi reacia forma de negarme a cambiar mi sedentaria rutina.

—Buenos días, Hiruzen —entré a la oficina. Él estaba detrás del escritorio, como siempre, arreglando papeleo.

—Pide permiso antes de entrar —suspiró, yo me senté en el sillón usual—. Además, dirígete a mí con más respeto, soy el Hokage.

—Bueno, ya sabes que de donde vengo no existe algo llamado "Hokage", y tampoco estoy acostumbrada a usar honoríficos. Es raro empezar a decirlos repentinamente —solté un bostezo, él volvió a suspirar—. Bueno, ¿ayer se solucionó bien lo del pergamino?

—¿Cómo sabías que habían robado un pergamino?

—Bueno, la historia acaba de empezar —respondí alzando los hombros, el no pareció entenderlo del todo—. Pero, ¿has descubierto algo para saber cómo puedo regresar? —él pareció titubear un poco antes de hablar.

—No, todavía no hay ningún avance. En realidad, no puedo garantizar siquiera si existe una forma en la que puedas regresar —habló con cierta pena.

—Ah... No pasa nada —intenté sonreír y restarle importancia. Decidí que era mejor cambiar de tema—. Por cierto, ¿tienes tu parte del trato?

—... Sí, la tengo. Pero no creo que sea buena idea —contestó un poco dudoso. Yo negué varias veces.

—Hiruzen, Hiruzen, Hiruzen —empecé a hablar de forma tranquila—. Yo cumplí con mi parte, pasé el examen de genin, entonces tendrás que darme el paquete —le sonreí. Esa sonrisa que dice "No te atrevas a negarte, no quieres saber las consecuencias". El soltó un suspiro resignado.

—Está bien, aquí está —sacó una caja y la puso sobre su escritorio, yo inmediatamente la tomé—. Pero no muestres el contenido a otras personas, te imaginarás la razón.

—No te preocupes, está en buenas manos —le dí una sonrisa y, con caja en manos, salí de aquella oficina.

🍥

Al llegar a la academia, me senté en un sitio estratégicamente planeado con antelación. Entre mis manos, tenía una de las cosas que le había pedido a Hiruzen (solo una, ya que las demás me prohibió sacarlas de mi casa). Había esperado éste día solo por una razón.

—Ah, lo siento, ¿te golpeé? —se disculpó un chico de coleta, el cual, había empujado a Naruto. Yo presioné el pequeño botón de la cámara, capturando el momento exacto de cuando los labios de Naruto se juntaron con los de Sasuke.

—¡Naruto, estás más que muerto! —una horda de chicas estaban dispuesta a atacarlo. Que mal que no puedo intervenir... Bueno, no importa, ya tengo lo que verdaderamente necesito.

Después de la paliza que le dieron a Naruto (además de los lloriqueos de algunas chicas que soñaban ser el primer beso de Sasuke), Iruka entró al salón, dando un discurso que no puse ni un poco de atención por estar contemplando la hermosa fotografía que acababa de tomar.

—Equipo siete —ahora presté más atención—: Naruto Uzumaki —él levantó la vista, interesado en lo que a continuación diría—, Sasuke Uchiha —miré como Naruto se deprimió—, y Verónica Sarutobi —quedé en shock.

—¡¿Eh?!, ¿Quién es esa? —preguntó Naruto. También pude observar el como las chicas maldecian no haber quedado con Sasuke.

—¡Guarda silencio, Naruto! —regañó Iruka, después, siguió dictando los equipos.

Espera... ¿en qué equipo estoy...?

🍜

Lo siento por tardar (?
Bueh, sigue siendo lunes (al menos donde yo vivo 😂)

Ya tenía escrito el capítulo, pero se me olvidó publicarlo hasta esta hora, porque, como sabrán, acostumbro publicarlos durante la mañana.

Pero hoy me quedé dormida jsjsjsjs.

¿Por qué tengo este tipo de memoria, Zeus?

Bueno, a lo importante, ¿cómo preferirían que utilizara los términos? (Me refiero a algunas palabras, como: "dattebayo" o "¡De verás!")
Digo, ¿en japonés o en español?

Contesten plis, que yo no puedo decidir(?

(Se me perdió el emoji de ramen, ya que no lo utilicé para el capítulo anterior, no lo podía encontrar jajaja. Estoy medio despistada)

Si les gustó, comenten y voten.

Hasta el jueves, bebés~

(Por alguna razón, hoy me estoy refiriendo a todo el mundo como "bebé". Creo que comí mucho Mazapán...)