¡¿Cómo llegué aquí?!

VIII

Naruto se había desmayado.

Cuando las cosas empezaron a empeorar, se llevaron a Gaara frente a nuestras narices.

Por suerte, alcanzamos a los miembros de Akatsuki llegados a un bosque, antes de que llegaran a su escondite. Sasori intentó detenernos, dejándole el cuerpo de Gaara a Deidara. El equipo de Gai se quedó atrás para pelear contra él y que nosotros avancemos.

Pero cuando Deidara se burló del rubio y destacó lo débil que era por ni siquiera poder ayudar a Gaara, no lo soportó, y el chakra de Kurama empezó a tomar control de él.

Con solo haber sacado una cola, la gran ola de poder que expedía me afectó a mí. Era un chakra tan puro, tan poderoso y tan salvaje que cualquiera que pudiese sentirlo de la misma forma que yo sería absolutamente consumido.

Hirió a Sasuke antes de que Kakashi pudiera controlarlo.

Dejaron su cuerpo junto a Sakura, que era la única que podía ejercer como médico de nuestro equipo.

-Quédate tú también -le ordenó a Sasuke, pues este había salido herido también.

Él apenas gruñó por lo bajo, pero sabía que no había que subestimar una herida causada por el Kyubi, así que a final de cuentas acató sus ordenes.

Kakashi y yo seguimos a Deidara, que cada poco nos lanzaba una especie de animalitos hechos de esa masa explosiva.

Kakashi los esquivaba sin problema alguno, saltando entre los árboles e identificando con su sharingan hacia donde lanzaba esas cosas. Yo no tenía una vista tan buena, así que solo intentaba seguirlo.

Cuando la persecución llegó a su clímax, Kakashi usó el kamui que apenas había desarrollado. El gran pájaro que Deidara manejaba perdió la capacidad de volar.

Se estrelló.

La pelea entre Deidara y Kakashi empezó floja, apenas intercambiando unos golpes de Taijutsu. Mi ex maestro me hizo una seña que entendí perfectamente y me mantuve al margen hasta que la pelea se intensificó.

Yo sabía que era rápida.

Tal vez debí serlo aún más.

Deidara dejó de lado el cruce de ataques que tenía con Kakashi completamente, para enfocarse por unos segundos completamente en mí, cuando utilicé mi velocidad para tomar el cuerpo de Gaara.

Lanzó un montón de insectos en mi dirección, pequeñitos pero lo suficientemente lentos como para lograr esquivarlos. Estiré el brazo para tomar el cuerpo de Gaara de esa monstruosa ave de la cual no quedaba más de la mitad de su cuerpo.

Estaba tan cerca...

Y algo estalló cerca de mi rostro. Una de esas criaturitas estaba aferrada a mi hombro derecho, escondida de mi deficiente vista.

El estruendoso chirrido que ocasionó en mi oído me desorientó. No sentí ni escuché nada por unos momentos, solo a mi corazón latiendo rápidamente y a Gaara tan cerca, pero tan lejos de yo poder alcanzarlo.

Kakashi atravesó a Deidara por el estómago, al este desviar su atención en otro lugar. No se esperó que el rubio enfocara toda su atención en impedir que tomaran el cuerpo del jinchuriki, aún a costa de su vida.

Solté un jadeo cuando mi vista se empezó a volver borrosa y dispareja, intenté una vez más estirar el brazo en dirección a Gaara pero este no me respondía.

Todo sucedía de cierta forma aún más lento.

Frustrada, me di cuenta de mi hombro destruido. El hueso de la clavícula sobresalía perturbadoramente, incompleto y lo único que unía mi torso con mi brazo era un desastre de tendones y piel quemada, deformada a tal punto que me dieron ganas de vomitar.

Entonces el tiempo regresó a la normalidad y un dolor terrible cruzó por todo mi cuerpo. Las lágrimas empezaron a salir sin aviso y grité hasta que mis cuerdas vocales se apagaron.

Deidara, herido, aprovechó el shock y tomó un montón de masa, creando una de esas figuras aún más grande que el pájaro que antes manejaba, pero sin una forma en específica. Como una masa blanca con alas y con ojos desacomodados.

Esa cosa lo tomó a él y a Gaara, seguido emprendió vuelo.

Kakashi se acercó a socorrerme.

-¡Ve tras él! -con la voz ronca y aún lagrimas en los ojos, le ordené. Tenía ganas de vomitar, pero me tragué mi dolor para decir eso último.

Deidara estaba lastimado y esa cosa no iba a poder llegar muy lejos. Kakashi estaba perfectamente sano, así que podría alcanzarlos si no ocurría ningún percance.

Pero él me ignoró, e intentó aferrarse a mí con todas sus energías.

-Necesitas un médico en este momento, no intentes moverte -escuché su voz de forma distorsionada antes de perder por completo la conciencia.

"Aquellos que siguen las reglas son escoria, pero aquellos que abandonan a sus amigos son peor que la escoria".

Menuda frase de mierda.

(...)

Al despertar, volví a esa maldita habitación blanca que me ponía de los nervios, solo que esta vez era un poco más grande.

A mi lado derecho estaba Sakura junto con Chiyo, hablando, y en una mesa metálica un montón se instrumentos de medicina. Reconocí algunos de cuando intenté estudiar.

A mí izquierda había otra camilla, donde estaba acostada TenTen durmiendo, tapada hasta el cuello. Y vestido al igual que yo con una graciosa bata blanca, Neji estaba parado entre las dos camillas con los brazos cruzados. Parecía fastidiado.

Suspiré, llamando su atención.

-Ya despertaste -se volteó hacia mí.

-Obviamente -le contesté, intentando levantarme. Tenía la necesidad de saber qué había sucedido con Gaara.

-¡Te he dicho que no te levantes tan bruscamente, niña! -Chiyo se aproximó hasta donde yo estaba más rápido de lo que nunca había visto correr a una abuela-. No puedes moverte descuidadamente.

Pero aparté mi atención de lo que me estaba hablando, al darme cuenta de esa sensación de que algo me faltaba, y de la venda que tenía en todo mi torso.

No tenía mi brazo derecho.

Desde donde estaba el hombro, existía una especie de deformación donde hacía falta toda mi extremidad.

Mi respiración se aceleró y no supe como reaccionar.

-Tienes que calmarte o tendremos que volver a sedarte -Chiyo indicó, intentando recostandome cuidadosamente de nuevo en la camilla, yo me negué y me quedé sentada. Mi vista se desplazó por todos lados sin poder enfocarla en un punto fijo-. Estas son cosas que lamentablemente pasan en el mundo ninja.

-¿Cosas... que pasan? -repetí, intentando comprender sus palabras. Tenía esa sensación parecida a dolor en toda la extensión del brazo, pero sabía que ya no estaba ahí.

Ella bajó la mirada.

Y nuevamente, un par de lágrimas se deslizaron en silencio por mis mejillas. La abuelita se acercó a consolarme, dejándome su hombro para recargar la cabeza.

Yo... ¿Nunca voy a ser suficiente?

(...)

LOSIENTOMUCHONOMEMATENPORFAVOR.

Si me matan no tendrán el siguiente capítulo, recuerden ;-;

So... ¿Qué les pareció?

OwO

En otras noticias, Shun_akakami ha hecho un dibujo bien bonis de cuando Gaara les dice a los de Konoha que Vero está castigada, jajsjajajs

Está en su perfil ;)

Hasta la procsimaaaaaaaaaaa~