¡¿Cómo llegué aquí?!

Seis

Este capítulo está dedicado a la hermosa e inteligente HimeyuquiHyuga que adivinó la respuesta.

¿Cuánto es la mitad de dos más dos?

La mitad de dos es uno, uno más dos es ¡Tres!

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—Hmm, bien. ¿Por qué no se presentan de uno en uno? —habló Kakashi en tono despreocupado (como la mayoría del tiempo). Ya nos encontrábamos en la azotea, donde él se sentó en una barda frente a nosotros.

A decir verdad, él es bastante atractivo, aun más que en el anime. Lastimosamente para mí, sería extraño que alguien de la edad que aparento le interese alguien de su edad, pero es simplemente inevitable considerando mi edad mental. Debo aceptar que aquí soy una niña pequeña. A alguien de mi edad debería gustarle...

Volteo a mi derecha, donde está sentado Sasuke. Todas las niñas de la academia están coladas por él, sin exagerar, algo que no termino de entender es el porqué. Yo nada más lo puedo ver como un crío con aires de grandeza.

Suelto un suspiro.

—¿Por qué no se presenta usted primero? —mencionó Naruto llamando mi atención—. Digo, antes de que hablemos díganos usted para que veamos cómo se supone que debe ser —expuso. Él, al contrario de Sasuke, sólo es un niño demasiado hiperactivo, algo que realmente admiro, ya que, pese a todo lo que ha sucedido en su vida, él sigue aferrado a sus sueños. Tal vez el merece ser más popular que Sasuke, pero las niñas de aquí son tan superficiales (casi rozando el masoquismo) que dedican todo para alabar a Sasuke, aun sin siquiera conocerlo.

—¿Yo? —se apuntó así mismo con su dedo índice—. Yo soy Kakashi Hatake, las cosas que me gustan y me disgustan... No, no tengo ganas de decirles eso. Mis sueños para el futuro... Nunca he pensado en eso. Y en cuanto a mis pasatiempos, tengo muchos pasatiempos.

Reprimí una risa por su presentación, es todo un clásico. Por el contrario, mis compañeros de equipo (algo que todavía me falta procesar), se mostraron irritados.

—¡Solo nos dijo su nombre, dattebayo! —exclamó Naruto. A este punto, él parece ser el único del equipo que habla, ya que ni Sasuke ni yo somos tan escandalosos como él. Supongo que no es lo mismo sin Sakura.

—Bien, es su turno. Tú, la de en medio, empieza primero —se cruzó de brazos. No esperé que me pidiera presentarme a mi primero, aunque si lo pienso, después del show que armé en la oficina de Hiruzen no sé que debía esperar exactamente.

—Me llamo Verónica... Sarutobi —hablé, debería empezar a practicar ese apellido—. Las cosas que me gustan... —"el anime" no pude evitar pensar, pero lamentablemente eso no existe aquí—, leer, supongo —alcé los hombros—. Las cosas que me disgustan... La venganza, quizá —comenté vagamente, volteando de reojo a Sasuke. Algo fundamental en este anime es la venganza, estoy consiente de que la mayoría de los problemas se generaron por ella—. Y mis planes para el futuro... —"volver a casa" si tan sólo hubiera una forma de regresar. Inconscientemente bajé la mirada, cuando me dí cuenta de lo que hice la volví a subir, mostrando una sonrisa—, ¡ser más fuerte! —exclamé para sonar más convincente.

Eso es lo que la mayoría de los ninjas a mi edad desea, no sería raro que yo también. Además, si me tengo que quedar aquí el resto de mi vida, sería conveniente ser más fuerte. "La historia se verá radicalmente cambiada", le había dicho a Hiruzen, pero ahora no estaba tan segura de poder lograr aquello. Digo, ¿qué puedo hacer yo, una completa debilucha a comparación de Naruto, para cambiar la historia? En vez de eso, primero debería asegurarme de poder cubrir por completo a Sakura.

—Ah, y mañana mejor no desayunen, o sino... van a vomitar —fue lo último que dijo Kakashi antes de irse, dejando impactados a "mis compañeros de equipo".

Ah... no escuché sus presentaciones por no prestar atención. Aunque bueno, prácticamente me las sé de memoria de tanto que la repiten en fanfic's de Wattpad.

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¿Pueden creer que, en éste mundo, existan las alarmas y no el anime? Bueno, probablemente sean mucho más necesarias las alarmas (y prácticas, dado a la hora que deben realizar las misiones), pero no hay ninguna forma de perder el tiempo desde tu casa.

Otra cosa curiosa es que el clima es absurdamente agradable. Me siento casi como una princesa de Disney cada que me levanto escuchando el cantar de los pájaros. Es tanto así, que es imposible despertar de mal humor, y eso me pone de mal humor, algo que se contrarresta por si mismo.

Aproveché el que sé cómo se comporta Kakashi para levantarme un poco más tarde. Aunque también sé que mi equipo es lo suficientemente estúpido como para asistir a una prueba de supervivencia sin desayunar, por lo que consideré llevarles para que coman antes de que la prueba comience.

Al final terminé preparando almuerzos por separados (sentía que preparaba un día de campo mientras lo hacía, algo que me causó gracia). Preparé omusubi* para Sasuke, uno de los pocos platillos que he aprendido de aquí (dado que tenía que aprender a cocinar algo típico para almorzar en la academia), e incluí unos cortes de tomate (quizá porque me lo tomé como broma). Para mí decidí hacer unos sándwiches, algo que no tomaba mucho tiempo ni hacerlos ni comerlos. Y por último, decidí que para Naruto pasaría por Ichiraku para pedir ramen para llevar, así sería mucho más fácil convencerlo de comer. Llevé todo en una bolsa de tela.

—¡Llegaste tarde! —exclamó Naruto cuando me vió. Yo me senté en el césped.

—No te preocupes, Kakashi todavía no llega —me mordí la lengua al haber pronunciado sólo "Kakashi" sin ningún tipo de honorífico, aquí se puede considerar algo grocero. Pero desvíe la atención sacando los almuerzos—. Tomen, comanlo —les entregué sus almuerzos, de inmediato se notó la felicidad en el rostro de Naruto.

—¡Waahh! ¡Gracias Verónica-chan! —pronunció. Me quedé con cara de póker al escuchar el "chan".

—Sólo dime "Verónica", sin el "chan", por favor —los honoríficos son algo de lo que nunca me voy a acostumbrar.

—¿Hmm? ¿Por qué? —preguntó con la boca llena.

—Simplemente no me gusta —alcé los hombros, después empecé a comer. Me dí cuenta de que Sasuke aún se mantenía parado sin siquiera abrir la caja de almuerzo—. ¿No vas a comer?

—No. No soy tan estúpido como para desobedecer la advertencia que nos dieron ayer.

—Pero, al parecer, sí eres lo suficientemente estúpido como para hacer un ejercicio de supervivencia sin comer —comenté mientras guardaba mi caja de almuerzo vacía.

—¡¿Qué dijis-?!

—Buenos días a todos, ¿listos para su primer día? —interrumpió Kakashi.

Creo que no será tan fácil hacerlos trabajar juntos.

🍜

Pregunta preguntona para preguntar a los preguntados:

¿Cuántos años tienen?

Y, ¿cuántos años creen que yo tengo?

Si alguien adivina mi edad, consideraré el dedicar el próximo capítulo.

Y sin más que decir, ¡nos leemos pronto!

Pdt: no se olviden de votar ;)