¡¿Cómo llegué aquí?!

Veintiseis

Kakashi me empezó a contar como se desarrollará la tercera etapa del examen, nada que no supiera; fue cuando empezó a contarme sobre los combates que empecé a preocuparme.

—¿Entonces tengo que pelear contra Shikamaru, Gaara y Sasuke, para poder enfrentarme contra Naruto? —pregunté, observando un dibujo de como se organizarían los combates, que él hizo para que pudiese entenderle mejor—. ¡¿Cómo se atreven a hacer eso?! ¡Me voy a cansar! —además de que no sabía en qué punto iba a empezar la invasión de Orochimaru. 

—Pero para poder pelear contra Naruto no debes solo luchar contra ellos, tienes que vencerlos, ¿lo sabes, verdad? No puedes estar tan segura.

—Por supuesto que estoy segura, esto solo es una pequeña prueba, pero yo me convertiré en la más fuerte —sin duda, mi ambición era bastante grande, considerando que yo no tengo ojos mágicos, ni animalitos en mi interior, ni ningún poder heredado y mucho menos de las famosas células de Hashirama—. Después de todo, tú vas a entrenarme, ¿no? —aunque de todas formas conseguiré que Jiraiya me entrene, que era mi idea original. 

—Sí, y sobre eso...

—¿Qué sucede? ¿Te preguntas por qué quiero que también entrenes a Sasuke, pero a Naruto no? —y es que, cuando el me puso de condición entrenarme (dado que, probablemente, quiere tener controladas mis habilidades), yo también le puse unas condiciones. Entre ellas, está el que también le enseñe a Sasuke, pero a Naruto no; además, de que aunque entrene a Sasuke, no le enseñe el Chidori hasta que yo le diga. No hubo mucho problema con lo segundo, al parecer, él no estaba planeando enseñárselo (ni entrenarlo, al parecer), lo que me hace preocuparme más de cuantas cosas cambié.

—Sí, no entiendo cuál es el propósito de eso. ¿Tuviste alguna pelea con él? 

—Oh, todo lo contrario —lo miré de una manera como si él no supiera nada, que, de hecho, para mí así era; no sabía absolutamente nada sobre mí ni de lo que yo sabía, una clara desventaja para él—. No es por ofenderte, pero actualmente eres completamente inútil para Naruto. No lo ayudarías, solo lo retendrías, y eso no es lo que quiero para él. Por cierto, necesito que consigas a Ebisu para que lo entrene —lo siento, Kakashi, ya me causaste problemas, déjame usarte un poco. 

—¿Crees que él sí lo entrenará bien, a diferencia de mí?

—Por supuesto que no.

—¿Ah? —estaba completamente confundido—. ¿Entonces por qué quieres que él lo entrene?

—De todas formas ya tenías planeado eso, ¿verdad? —eso absolutamente no podía cambiar. Cosas como los patrones de pensamientos de los personajes, e identificado, que se quedan intactas; al contrario de las reacciones y el azar—. Él solo será otra herramienta para que él pueda conocer lo antes posible a su verdadero maestro. 

Pero, antes de que él dijese una cosa más, la puerta de mi departamento sonó. El se tuvo que levantar a abrirla, y yo tuve que afinar mi oído para no perderme ningún detalle (aunque ni siquiera yo sabía a lo que me refería con "detalle", solo quería saber cada cosa que sucedía, estuviese yo presente o no; tal vez una mala costumbre que estaba empezando a adquirir).

—¡¿Maestro Kakashi?! ¿Qué hace aquí, 'ttebayo?

—¿Vienes a ver a Verónica? —su voz se escuchaba de una manera diferente; los últimos días él había estado frustrado a mi alrededor, por lo que me llamaba la atención escucharlo nuevamente relajado—. Pasa.

—¿No me va a decir que hace aquí? ¡Lo había estado buscado! ¡Lo quería pedir un favor! 

—No tienes que decir más, sabía que vendrías. Ya he encontrado a alguien para supervisar tu entrenamiento. Mañana en la mañana dirígete al campo de entrenamiento 7, él te estará esperando.