—Que amable —murmuré bajo, observando al rededor.Habíamos llegado al lugar donde Sasuke vive, siendo que los restaurantes cercanos no eran precisamente lo que se podría llamar discretos. Mucho menos mi casa, dónde cualquiera podría llegar en cualquier momento entrando por mi ventana.
—No toques nada —respondió él, quitándose las sandalias.
—No lo haré.
Tampoco es como si hubiese mucho qué tocar. El lugar estaba casi vacío y era muy soso, a penas había indicios de que alguien había vivido ahí, aunque era más grande que donde yo o Naruto vivimos. Probablemente beneficios de ser un Uchiha.
Me quité los zapatos y entré, dando vueltas por el lugar hasta pararme a un lado de una estantería llenos de libros de historia ninja, control de chakra y ejecución de algunos jutsus lo suficientemente complicados para no ser enseñados en la academia, pero básicos para que algún ninja de élite como él tuviese interés en aprenderlos. No había ninguno interesante, como los que yo o Kakashi leemos.
—Deja de dar vueltas y siéntate —gruñó él.
—¿No habías dicho que no querías que tocara nada? —señalé con ironía, inclinando la cabeza.
—Deja de tomarte de forma tan literal cada cosa que digo.
—Lo haré cuando no escupas cada palabra como si quisieras matarme —seguí a la defensiva, pero aun así me dejé caer en el sofá frente a dónde él se había sentado. Él se mantuvo callado—. ¿Y bien? Por cada pregunta que hagas, tendrás que contestarme algo a mí a cambio. Es lo más justo.
—¿Y si no contesto?
—En ese caso no conseguirás nada de mí. Nunca más.
—Ya veo —murmuró, y lo pensó por unos momentos fríamente. Era un puro intercambio de información con preguntas, probablemente se esté dando cuenta de que se encuentra en desventaja al tener que formular él primero las suyas, pero no es algo por lo que pudiese quejarse, siendo que yo fui arrastrada aquí—. Entonces, estoy de acuerdo.
—Me alegro. Entonces, ¿qué quieres saber?
—Sobre la pelea contra Akatsuki, ¿qué habilidades tenía el otro de ellos? —se refería a Hidan, pero probablemente él no conocía su nombre o simplemente no quería decirlo en voz alta.
—Por lo que sé, era inmortal. Tenía además un ritual para formar una especie de vínculo entre él y de quién haya ingerido de su sangre, las heridas que él reciba mientras pelea también lo hará su contrincante, sin embargo, le quita movilidad. Usaba otros jutsus menos importantes también —intenté ser lo más específica posible.
—Ya veo —asintió, sin expresar mucho—. Sigues tú.
—¿Por qué quieres esa información? —pregunté. No había nada específicamente importante que pudiese conseguir de la boca de Sasuke, sin embargo el crearme un contexto de lo que estaba planeando me podía favorecer a futuro, considerando sobretodo que estaba frente a la persona que mató a Danzo Shimura.
—¿Por qué desperdiciar tu pregunta en eso? ¿Estás mal de la cabeza?
—Esas contarían como dos preguntas de tu parte, no creo que quieras que las responda —sonreí, en advertencia.
—No está mal querer conocer las habilidades de tu enemigo —regresó a la pregunta que le hice.
—Un enemigo muerto.
—Has dicho que era inmortal.
—Inmortal, no eterno. Sin embargo, ¿puede considerarse que está vivo cuando no podrá hacer nada más a lo largo de lo que le queda estando acá? —él chasqueó la lengua.
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¡¿Cómo llegué aquí?!
Fiksi Penggemar¿Qué cómo llegué a este lugar? Oh, yo te puedo contar todo lo que quieras. ¿En serio lo quieres saber? ¿Sí? Es una historia un poco larga, ¿eh? ¡Oh, bien! ¡Si tanto así quieres, por mí no hay problema! Todo empezó una noche que... Espera, me...