Veintiuno

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 —¡No estoy nada asustado! —exclamó Naruto después de burlarse de Anko, la examinadora de la segunda prueba. 

Por el contrario, yo ya sabia lo que venia; Anko lanzaría un kunai y lastimaría la mejilla de Naruto, en lo cual yo no debía intervenir, dado que es la manera en la que podríamos identificar cuando se hagan pasar por él. 

—¿De verdad? Parece que te sobra energía —comentó con una falsa actitud simpática. La verdad, yo recordaba que ella daba más miedo, aunque ahora no es así para mí—. Lo chicos como tú mueren más rápido —apareció rápidamente detrás de él, en un intento muy obvio por intimidarlo—. Tras derramar esa sangre me gusta más —deslizó su dedo por donde una gota de sangre recorría su mejilla, aunque fue interrumpida por Orochimaru, quien estaba disfrazado de una mujer.

—Aquí está tu kunai —le extendió este con su lengua.

Que asco. Pobre Naruto...

Después de separarse, indudablemente dejando a todos del lugar estupefactos, Anko se ubicó al frente de todos, explicando las reglas de la segunda prueba, además de entregarnos a cada quien un formulario de consentimiento, dado que la gente iba a empezar a morir en este punto.

Y ahora que lo pienso, Naruto debió haber nacido con una gran suerte (bueno, eso viene junto a ser protagonista), ya que, entre todas las personas de aquí, el fue quien tuvo contacto directo con uno de los tres Sanin y aún así sobrevivió.

Entonces, después de una advertencia general para que no muramos, se empezaron a preparar para entregar los pergaminos. Mientras, yo me senté en un piedra un poco alejada del lugar.

La verdad es que me encontraba nerviosa, demasiado tal vez. Sabía qué es lo que iba a ocurrir en ese examen, mas no tenía la certeza de poder sobrellevarlo. Antes de venir aquí, por supuesto intenté advertirle a Hiruzen, mas fui olimpicamente ignorada por él. Antes de estos exámenes él estaba lleno de trabajo, así que el tiempo que lo veía era escaso, además de que él me pidió personalmente no contarle nada de lo que iba a suceder.

"Que pase lo que tenga que pasar", había dicho. ¡¿Pero es que acaso era estúpido?! ¡No es solo él quien se va a ver afectado! Además... él moría...

Aunque no me podía detener a pensar mucho en eso. Todavía tengo tiempo para resolver sobre la muerte de Hiruzen, por supuesto que no me quedaré con los brazos cruzados, y si es necesario, yo lucharía contra Orochimaru para evitarlo (aunque sé de sobra que no soy rival para él).

—Hey, Verónica, ¿así que tu equipo todavía sigue aquí? —comentó Ino con burla. Shikamaru y Chouji venían detrás de ella.

—¿Tienes algún problema? 

—No pensé que pudieran llegar hasta esta etapa

—Yo no pensé que supieras escribir, pero ya veo que has firmado el formulario. 

—¡¿Qué dijiste?! 

—Calma, Ino —Shikamaru la detuvo, dirigiéndome una mirada significativa. Gracias a que escuché su conversación minutos atrás ya sé para qué se acercaron a mí.

 Información.

—¿Qué quieren? —les pregunté fingiendo estar relajada. Ya casi iban a entregar los pergaminos, y eso hacia que me pusiera más que nerviosa, pero no podía hacérselos ver tan fácil.

—Queríamos convivir un poco con el enemigo, ya sabes —sonó demasiado extraño viniendo de Shikamaru. De esta forma confirmé mis sospechas de que, efectivamente, querían información de mí. Ya que, al no saber de mi existencia durante la academia, también mis habilidades son un misterio para ellos—. Oye, y... ¿De qué clan habías dicho que eras? No me acuerdo muy bien.

Oh, vamos, ¿no podría ser más obvio? Aunque, bueno, apenas es un genin.

—Sé qué es lo que quieres lograr, y no vas a conseguir nada de mí.

—¿De qué hablas? —Ino rió nerviosa—. Solo queremos hacernos tu amiga, ya que no pudimos en la academia.

—Escuché su conversación en la sala de la primera etapa—suspiré cansada—. Sí, soy del clan Sarutobi, no mentiría sobre ello. Es tonto desconfiar por información que dio el enemigo. No es fiable, y ustedes cayeron en su trampa —no los dejé contestar, simplemente me levanté de mi lugar y me dirigí a donde se encontraba mi equipo, dado que ya iba a empezar el examen. 

De todas formas, sabía que había podido convencer al equipo 10.

(...)

Ya llevábamos unas horas dentro de el bosque de la muerte, y a pesar de mis esfuerzos por mantener a mi equipo unido, terminamos separándonos.

—¡Di la contraseña! —me gritó Sasuke al verme. Ahora que lo pienso,  esta no es tan buena estrategia, dado que bien Sasuke puede ser el infiltrado, aunque ahora no había problema ya que yo sabía que no era así.

De todas formas, no me había aprendido la contraseña. 

—Sí soy yo —le afirmé—. No me aprendí la contraseña, pero sé que te besaste con Naruto —busqué burlarme un poco de él, pero Sasuke solo suspiró y retiró su guardia. Bueno, parece que nos conoce perfectamente.

—¡Hey, ustedes! ¿Están bien? —era la voz de Naruto, pero yo sabía perfectamente que no era él, dado los acontecimientos en el anime. 

Orochimaru. 

¿Nos lo teníamos que encontrar tan pronto? ¡Había hecho lo posible para evitarlo! Sentí mis manos temblar un poco. Quiero cambiar la historia, evitar la muerte de todos aquellos en la cuarta guerra ninja, evitar la catástrofe. 

Un poco aterrada (porque no iba a aceptar la gran tensión que él emanaba, aún trasformado en el cuerpo de Naruto), tomé el kunai y lo lancé.

—¡Hey! ¡¿Qué te pasa?! —reclamó el falso Naruto.

—¡Sasuke, huye! —le grité apurada. Yo me mantuve en guardia, ya que Orochimaru estaba aquí por Sasuke, era necesario que él huyera primero—. ¡Él no es el Naruto verdadero!

—Lo sé, esa no es la forma de esquivar de Naruto —se mantuvo con una especie de sonrisa arrogante—. ¿Ahora tenemos a alguien lo suficientemente bueno para esquivar un ataque?

—¡¿Qué no entiendes?! ¡Lárgate! —él parecía no escucharme, o en todo caso, me ignoraba—. ¡Él no es un enemigo contra el cual podamos luchar!

—¿Oh? —el falso Naruto deshizo su transformación, dejando a esta vez a una ninja de Kusagakure (o aldea escondida entre la hierba)—. ¿Cómo te diste cuenta?

—Intuición, yo qué sé —intenté respirar hondo, calmándome—. Esa tampoco es tu verdadera apariencia, ¿no, Orochimaru?

(...)

Me encanta esta madre.

¿Qué les pareció, eh?

Por cierto, ayer fui al estreno de EndGame de mi país (o bueno, hoy en la mañana), y... sin palabras.

No daré spoilers, pero sí diré que estuvo fantástica. Se llevó un pedacito de mi alma, valió completamente la pena. 

Y puedo decir que no lloré en EndGame xD

Nos leemos pronto, byeeeee.

¡¿Cómo llegué aquí?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora