El desván del gato verde

Los indiferentes

Es el silencio de la indiferencia el que me duele. Una pasada de largo dejando una estela vacía. Una razón que no sostiene los más profundos sentimientos del corazón. Una justicia disfrazada de mentiras. La señal inequívoca de la hipocresía. La banalidad que mata La inocencia. La huella que se borra enseguida. Son los sin nombres los que me duelen. Los hijos del agobio. Las sentencias que me mortifican. La incomprensible visión de un mundo de ciegos con certezas interesadas. Ese silencio que esconde el rechazo más absoluto. El repudio de los que sufren cada día su amarga condena. El anciano en la burbuja del olvido. El vientre de los misiles de donde nace la desgracia de la guerra. La soledad del loco impuesta por la supuesta cordura. El grito que nadie escucha por la herida que sangra profusamente sin el apósito de la compresión. El vagabundo que sueña mirando un techo de estrellas. El que de otro de su mismo sexo siente el abrazo cálido del amante deseado. El enfermo que acaba aislado en una habitación vacía de afecto. El látigo que deja un surco profundo en nuestros hermanos los animales. El viaje a hacia ninguna parte del emigrante que acaba flotando en la inmensidad de un mar de muertos. Es lo imperfecto lo que más amor requiere. Es lo imperfecto lo que nadie de este mundo quiere. La crueldad del que no mira y pasa de largo. La violencia de las palabras. La crítica que del que no se mete en la piel de lo ajeno. Como algo lejano que no tiene que ver con nosotros. La falta de compromiso. El propósito de la búsqueda de una felicidad efímera con el brillo de una bengala que se apaga pronto y luego la nada. A ti que te consideran diferente no quiero que para mi seas indiferente. Que no importa lo que diga la gente. Habitas en mi pecho y en mi mente. Extraña flor que naciste en los precipicios la primavera también llega para ti. Es ese silencio el que condena. La falta de humanidad mi pena. Hoy quiero escucharte. Tu que sufres calladamente. Es mi alma que te pertenece. Hoy quiero escucharte. Con mi corazón amarte. Hoy al menos estoy contigo no dejes que nunca más te conviertas en mi olvido.

Alberto Real Borrueco