Firmamento

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El hombre antiguo guardaba una estrecha relación con las estrellas. Un trato mágico con la naturaleza. Se miraba hacia dentro para encontrar respuestas. Invocaba a sus dioses y su realidad era trascendente. En su cosmogonía el espíritu era esencial para despertar la conciencia global. Sin necesitar todo lo que existe en la vida moderna disfrutaba más de lo que le rodeaba. Ahora nos vamos apartando cada vez más de una naturaleza que estamos destrozando. No hay respeto hacia los otros seres que conviven no pueden convivir con la amenaza que representamos. En un mundo materialista hemos olvidado como conectarnos con lo más genuino de nosotros mismo, nuestra alma. Impera la frivolidad, superficialidad y el egocentrismo. Nuestros intereses no se armonizan con los del planeta. Desnaturalizado y desprovisto de un verdadero sentimiento de unidad nos abocamos a un aislamiento donde cada vez somos más dependientes de las maquinas. Miramos con frecuencia la pantalla de un móvil pero dejamos de mirar un cielo estrellado, a los ojos de un gato o nuestro ser que nos sigue esperando para un reencuentro con el infinito que se extiende dentro de nosotros.


Alberto Real Borrueco

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Alberto Real Borrueco

El desván del gato verdeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora