Si no podemos cambiar el mundo, el mundo acabará cambiándonos a nosotros. Cuando te dejas arrastrar por patrones de conducta, que te llevan al mas puro egoísmo, el ser humano comienza a actuar por inercia y paulatinamente nuestro intelecto se convierte en vertedero de ideas pobres basadas en las descripciones de los demás. Como una manada de borregos, nos convertimos en números al servicio de los que tienen el poder de mover los hilos. Olvidamos quienes somos. Una amnesia que nos vuelve insensibles ante el dolor humano. Dejamos de vivir para sobrevivir un día más, en una jungla donde reinan las maquinas y la naturaleza comienza a dejar de brillar en nuestras vidas. Alimentamos guerras, traficando con armas y tomamos sustancias que mitiguen la angustia de sentirnos perdidos en los laberintos de los insatisfechos. Un reino de hipocresía se extiende en un carnaval de máscaras que ocultan nuestras miserias y la pobredumbre de nuestros corazones solitarios. Se prefiere llevar la razón a consta de todo, porque admitir que te has equivocado es una humillación. Me da pena como se desmorona todo. Mantengo la esperanza de aquellos que no se conforman a vivir programados y se niegan a ser sumisos a los poderes de la manipulación de este mundo y de las promesas incumplidas.Solo se ofrecen paraísos artificiales y pasatiempos que nos mantengan distraidos. Hace falta corazones que despierten en una revolución, que solo puede comenzar dentro de nosotros mismo y se propague por el mundo, alentando que el cambio aún es posible.
Alberto Real Borrueco
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El desván del gato verde
SpiritualEl desván del gato verde es un compendio de reflexiones, sobre el mundo que nos rodea y la vida en general escrito en clave de poesía. Un viaje a través de pensamientos, que consideran a la espiritualidad, la brújula fundamental para tomar rumbo ha...