El desván del gato verde es un compendio de reflexiones, sobre el mundo que nos rodea y la vida en general escrito en clave de poesía. Un viaje a través de pensamientos, que consideran a la espiritualidad, la brújula fundamental para tomar rumbo ha...
Por más que se empeñen, no se puede partir el corazón de la tierra. No hay mas territorio, que el infinito que expande sus brazos hacia el vacío para llenarlo. No hay más identidad que la que encuentro cuando me veo reflejado en el espejo de la mirada ajena. No espero que me comprendan, si yo comprendo lo que siento. No se puede dividir lo que es indivisible. La esencia que permanece, por más que se quiera suprimir. Es posible manipular la mente, más no se puede robar un trozo de alma que no se concibe incompleta. No hay diferencias, salvo en la diversidad llena de matices, con los que el pincel de la vida, colorea en el lienzo de los corazones que se mantienen unidos. No somos tan diferentes, salvo en el ego que nos separa en diferentes grados de arrogancia. La soberbia es la perdición, de los que quedaron ciegos en un mundo insaciable, que muestra su verdadero rostro cuando caen las caretas en un carnaval que siempre acaba. La vida en una continua paradoja. Nuestro destino de arriba, mañana puede ser el de abajo y viceversa. No hay nada seguro. Tan sólo que vives para morir mientras caminas en un momento que sólo conoce el tiempo. Por más que se empeñe en desgajar la realidad, no podemos dejar de ser uno, si no es una visión ilusoria que lucha por perpetuarse en las manos llenas de cristales rotos. No existe el blanco y el negro sino infinidad de tonos que abarcan un abanico de colores, cuando los espectros se transforman si se mezclan. No hay más bandera que la que la rama que bate el viento. Ni más patria que la suela de los zapatos que caminan por diferentes continentes con diferentes contenidos. Se pueden empeñar en lo que quieran. Más no se puede robar un alma en libertad ni se puede impedir que llegue la primavera. Ni siquiera con la muerte se puede secuestrar el sueño de vivir en paz, si en tu alma perteneces a la eternidad ¿Quién te impedirá dejar de volar?
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