Estamos convencidos de que el planeta nos pertenece, cuando nosotros somos los que pertenecemos al planeta. Todos los animales, plantas y minerales pueden servirnos de recursos para vivir, pero respetando cada ser que siente como uno más de nosotros, no somos superiores a ellos, somos diferentes y con una evolución que al darnos más inteligencia, nos convierte en más responsables hacia ellos. Ni las torturas en las plazas son cultura, ni se puede tener a los animales sin espacio para moverse, esperando que se les sacrifique sin dignidad, ni se pueden abandonar a su suerte, mascotas que ya no entran dentro de nuestros planes. Ni los rayos de sol, ni el agua de los ríos, distingue a quien dar vida, ni los arboles la sombra de los arboles a quien cobija. Nuestros amigos los animales no se han alejado de la naturaleza somos nosotros los que por falta de una conciencia colectiva en defensa de los derechos de los animales, hemos olvidado que ni todo el dinero del mundo a nosotros nos valdría si se extinguieran nuestros compañeros, los países que aman a los animales son siempre mas evolucionados, seamos civilizados como los animales.
Alberto Real Borrueco
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El desván del gato verde
SpiritualEl desván del gato verde es un compendio de reflexiones, sobre el mundo que nos rodea y la vida en general escrito en clave de poesía. Un viaje a través de pensamientos, que consideran a la espiritualidad, la brújula fundamental para tomar rumbo ha...