Y no me daba cuenta del canto del jilguero. De las nubes arremolinadas junto al sol de un atardecer. Del movimiento acompasado de las hojas al viento. Del resplandor de las estrellas en el infinito. De la sonrisa matutina del vecino que no conocía. No me daba cuenta de la presencia sagrada de los mejores amigos. De las largas esperas de los reencuentros. De la enorme suerte de vivir en una esfera celeste que gira al son del universo. No me daba cuenta del esfuerzo de las almas que clamaban libertad. De la lucha por la dignidad. Del aire que respiro, no me daba cuenta. Un aliento de vida en cada beso. En cada abrazo. En las miradas cómplices. No me daba cuenta. Ajeno al sufrimiento ajeno. A la velocidad de los pensamientos. No me detuve para tomar conciencia. Para dejar de vivir como pasa la vida y vivir a cada paso que vivo. No me daba cuenta lo que daba por hecho. La belleza implícita en lo esencial. Del verdadero amor no me daba cuenta. Preso de la mente, en la cárcel del ego, no me daba cuenta. De lo cerca que esta la muerte. De lo lejos que queda la vida basada en expectativas. Todo lo que tengo es todo lo que soy. Siempre hoy. Siempre ahora. De que me olvido arrastrado por la inercia. Me mire en el espejo de la conciencia. No quería darme cuenta y la vida me despertó del sueño.
Alberto Real Borrueco
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El desván del gato verde
EspiritualEl desván del gato verde es un compendio de reflexiones, sobre el mundo que nos rodea y la vida en general escrito en clave de poesía. Un viaje a través de pensamientos, que consideran a la espiritualidad, la brújula fundamental para tomar rumbo ha...