Cuando corre el velo

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Se nos escapa la realidad que subyace en un mundo donde imperan las apariencias. Nos tomamos las ideas como hechos sin preocuparnos de experimentar lo que se piensa. No se puede comprender si antes no se escucha con atención. La indiferencia es una muestra del miedo a un dolor que se esconde. Corazón que no ve, corazón que no siente. Sólo cuando miras de frente las heridas encuentras motivos para sanarlas. No podemos huir de nosotros mismo. Por más que se entretenga la mente, el conflicto emerge desde lo más profundo del alma cuando no está resuelto una y otra vez. No hay paz interior hasta que el mayor desafío no sea la compresión. El universo conspira a tu favor, cuando del silencio surge una voz interior, más allá de todo pensamiento y de toda idea. Cuando el alma permanece en calma. Cuando al fin corre el velo.

Alberto Real Borrueco  

El desván del gato verdeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora