No distingo la violencia según en que lugar del mundo se produzca. No hay diferencias en la sangre que se derrama en función de una raza. Tan abominable es la muerte de un inocente si esta más cerca de casa o si esta lejos. Me preocupa cuando el peligro lo siento cerca, pero no deja de preocuparme de lo peligroso que es olvidar el dolor, cuando se encuentra lejos. Cuanto más radicalismo, más rígida se convierte una sociedad. En la era de la desinformación cuanta mas información se posea menos se sabe, gran paradoja. Cada vez menos capacidad para comprender porque ocurren acontecimientos terribles ¿Quién plantó la primera semilla del mal? ¿Quién destruye vidas inocentes bombardeando a diestro y siniestro por conseguir unos intereses económicos y geopolíticos maquillando un terrorismo legítimo? ¿O el que se inmola en nombre de un dios oscuro, que solo existe en la mente de un enfermo que apostó por la maldad y la ignorancia? ¿Quién financia a estos monstruos? ¿Cómo se financian? ¿Dónde empieza todo esto? No hubo nunca una guerra buena, ni una paz mala. Se acercan tiempos difíciles. Esta en nuestras manos si escoger la espada y dejar que el odio no distinga al inocente del que siembra el terror o apostar por una actitud no menos valiente que sea manifestarse por la paz. Cuando aparece la luz, la oscuridad no tiene escondite donde refugiarse. A la serpiente se le multiplican las cabezas cuando se emplea la misma respuesta. Ojo por ojo y el mundo acabará ciego decía Gandhi. El odio solo engendra más odio y desde luego esa no es la solución. Es la esperanza lo que no pierdo. Ni la libertad de defender , la dignidad del inocente. Ante cualquier tipo de acto de violencia, siempre paz.
Alberto Real Borrueco
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El desván del gato verde
EspiritualEl desván del gato verde es un compendio de reflexiones, sobre el mundo que nos rodea y la vida en general escrito en clave de poesía. Un viaje a través de pensamientos, que consideran a la espiritualidad, la brújula fundamental para tomar rumbo ha...