Recuerda que todo en la vida pasa, que todo lo que perece se acaba renovando, que no hay ninguna cosa que nos preocupe que sea permanente, que no hay momento de dificultad que no se convierta en una huella en el tiempo. Nada es demasiado importante, en la medida que abramos puertas a a esperanza, se irán cerrando puertas a la desilusión. La alegría y la tristeza son caras de la misma moneda, mejor aceptar la dualidad de la naturaleza, limitarse a vivir lo que nos toca, despiertos y sin identificarse con nada, ni con nadie, ser auténticos. Dejarse fluir como el río que salva obstáculos hasta fundirse con el océano, ser como una brisa que pasa sin prisa. Como decían en la película de Memorías de África (cuando no puedo seguir soportándolo, aguanto aún más y entonces, sé que puedo aguantar cualquier cosa), en el momento que la noche llega a su momento de oscuridad máxima, entonces y solo entonces vuelve de nuevo la luz del día, de algo podemos estar seguros y es que siempre amanece después de la noche más larga.
Alberto Real Borrueco
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El desván del gato verde
SpiritualEl desván del gato verde es un compendio de reflexiones, sobre el mundo que nos rodea y la vida en general escrito en clave de poesía. Un viaje a través de pensamientos, que consideran a la espiritualidad, la brújula fundamental para tomar rumbo ha...