Sin importarle el tiempo en conseguir su objetivo. Trazando una trayectoria lineal en un círculo. Sin otro camino que el presente continuo. Avanza lentamente a ninguna parte donde parte el origen. Aceptando su vulnerabilidad ante el desafío de la vida. Asumiendo el ineludible destino de la muerte que pasa sin aviso. No es suficiente la coraza de la que se siente seguro, el hombre que dejó de mirar al cielo. No hay caparazón donde esconderse cuando te bates en duelo con la velocidad y el tiempo. Dejando un rastro de huellas en el camino. El paso del caracol seňala la paciencia como su único destino.
Alberto Real Borrueco
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El desván del gato verde
SpiritualEl desván del gato verde es un compendio de reflexiones, sobre el mundo que nos rodea y la vida en general escrito en clave de poesía. Un viaje a través de pensamientos, que consideran a la espiritualidad, la brújula fundamental para tomar rumbo ha...