El retorno de las sonrisas

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No soy ajeno a tu dolor. En mi dolor reconozco el dolor de los demás. En tu herida que sangra reconozco en mis cicatrices las crisis del pasado. Sólo el que vive una circunstancia dolorosa, está capacitado para comprender situaciones similares en los demás. Sólo si nos introducimos en la piel del otro, podemos comprender que se esconden tras las lágrimas. Sólo si la enfermedad nos resto de vida y apago las ganas de vivir, sabremos que siente el otro. Sólo si el desamor nos arrebató lo que más queríamos entenderemos el vacío que genera la soledad. Sólo si nos damos cuenta del abandono del anciano, caeremos en la cuenta del sufrimiento que hay en el olvido. Sólo si entendemos el miedo a la muerte en vida, podremos llevar esperanza donde se apaga la luz de una mirada de un suicida. En aquello que es diferente a nosotros por razones de raza, descubriremos al hombre más allá de cualquier frontera imaginada. Al animal denostado por el mal trato que la prepotencia emplea una superioridad tan ilusoria como maldita. Me duele la guerra que aplasta la libertad de los invisibles con bombardeos injustos y premeditados. Mientras el mundo mira de lado. La indiferencia una vez más de seres alejados. ¿Qué es tan diferente a lo que me ocurre a mi, de lo que te ocurre a ti? ¿Qué nos separa cuando más lo necesitamos? ¿Es huyendo del dolor ajeno como sacaremos nuestro dolor? Lo dudo. Sólo desde la comprensión profunda podremos tomarnos las manos par sentir lo mismo. Sólo en la compasión encontramos la paz. Cuando retorna una sonrisa se ilumina el mundo y la oscuridad de escurre por las alcantarillas del ego. Si no hay empatía no hay nada. No hay nadie que se merezca sufrir lo más mínimo. La venganza es el consuelo de la maldad. Sólo si te amo te comprendo. Sólo en la humildad es fácil cualquier reconciliación. Quien humilla un día puede ser humillado. Sólo en la ternura estamos a tiempo de un abrazo que se prolongue en el infinito. No somos tan diferentes. Cuando el desprecio no reina en nuestras vidas. Ni confundimos entrega con interés. El Amor siempre es y será el mismo.


Alberto Real Borrueco

El desván del gato verdeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora