Imperios más grandes han caído, nada permanece todo es transitorio. Pero tanto las malas como las buenas acciones nos ayudan a evolucionar, mientras peregrinamos por este mundo. Los cementerios están llenos de personas que se pensaban indispensables. El verdadero poder no está en manos de ningún gobernante. El verdadero poder se encuentra dentro de nosotros. La responsabilidad no se deja en manos de las ideas. Sólo los hechos y las acciones cambian el mundo. No podemos cambiar el mundo pero si podemos cambiar el nuestro. Es de la humildad de lo que más necesitado esta el que posee un poder de organización. Son guías lo que necesitamos para no perdernos en el camino. El día que prevalezca el interés humano por encima del mundano seremos todos iguales.
Alberto Real Borrueco
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El desván del gato verde
SpiritualEl desván del gato verde es un compendio de reflexiones, sobre el mundo que nos rodea y la vida en general escrito en clave de poesía. Un viaje a través de pensamientos, que consideran a la espiritualidad, la brújula fundamental para tomar rumbo ha...