Es preferible no aceptar nada que no hayamos verificado por si mismo. Lo digan las tradiciones, las costumbres, ideologías o las personas con más conocimiento. Todos los puntos de vista son respetables y siempre estamos dispuestos a aprender pues no dejamos de hacerlo. Pero nada es tan verdadero, ni genuino como cuando lo experimentamos por si mismo en nuestras vidas. No es posible explicar a los demás con precisión a que sabe una determinada fruta exótica, que se siente cuando se bucea o en que medida nos ayuda a nuestro estado mental hacer meditación, sino se comprueba por si mismo. Lo que no se vive no es real. Por mucho que se aproxime la imaginación las ideas ideas son y no hechos.
Alberto Real Borrueco
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El desván del gato verde
SpiritualEl desván del gato verde es un compendio de reflexiones, sobre el mundo que nos rodea y la vida en general escrito en clave de poesía. Un viaje a través de pensamientos, que consideran a la espiritualidad, la brújula fundamental para tomar rumbo ha...