El desván del gato verde

S.O.S en la Tierra

Es errónea la idea de que la naturaleza nos pertenece. Las demás criaturas y seres vivientes de este planeta no son posesión de ninguna especie "inteligente". Tenemos una cita con la evolución pendiente. El continuo abuso de los recursos naturales y el gran vertedero en el que estamos convirtiendo nuestros mares, de plásticos y otras porquerías nos puede pasar factura. La incontrolada tala de árboles. Las nubes de contaminación que sobrevuelan nuestras ciudades. El mal trato animal desde los supuestos espectáculos donde se aclama la muerte de un animal, pasando por el abandono de mascotas, la caza para lucir la piel de animales indefensos o la vida indigna que llevan muchos animales que sacrificamos para nuestro consumo, deja mucho que desear en cuanto al respeto que le tenemos a otros seres. Somos una amenaza de un planeta herido que demanda una ayuda urgente. Un cambio de conciencia que nos permita vivir en armonía con los diferentes ecosistemas. El hombre cada vez mira más hacia abajo, pasando su tiempo con su pequeña ventanita donde se muestra un gran escaparate lleno de posibilidades. Pero en su mundo artificial deja de mirar el cielo y de contemplar el brillo de las estrellas. Deja de hacerse preguntas y dejándose llevar por la inercia de la rutina tediosa. Deja de sorprenderse, sumido en el poder hipnótico de lo artificial y superficial. Más alejado de su más preciado tesoro. El que esta más cerca, pero lo encuentra más lejos. Su alma. Su conciencia. El verdadero propósito de la vida es vivir en armonía con nuestro bello planeta. Tomando aquello que necesitemos y ofreciéndole todo lo que el también demanda. Puede ser utopía. Nada es imposible. Volver a ser. Una sola Alma. Una sola Conciencia colectiva. La sagrada unidad de que todos somos una misma cosa en la diversidad.

Alberto Real Borrueco