La vida es como un gran teatro. Cuando nacemos se abre el telón y comienza la función. Actuamos en una obra siguiendo un guión que no hemos escrito. Nos enseñan las pautas de como se desarrolla la trama. Y lo que vamos aprendiendo lo incorporamos en nuestro sistema de creencias como verdades absolutas. Ideas que luego defenderemos a capa y espada. Hacemos lo que nos dicen que es mejor que hagamos. Nos creemos el papel que nos asignan de perdedor o ganador y asumimos un destino predeterminado por opiniones ajenas. El sistema nos fija los pasos a seguir y nuestras decisiones se toman según las creencias que nos han impartido de lo que es de sentido común. De lo que es razonable. De lo que debe de ser. De lo que la mayoría hace y esta bien. La rebeldía y la improvisación no están bien visto. Hacerse preguntas es cosa de unos cuantos locos. La desobediencia esta castigada. Cuando se acabe la función mejor no esperar aplausos ni pitos. Al fin y al cabo todo es relativo de si fuiste una persona con éxito o un fracasado. En mi caso sólo espero haber sido el protagonista de mi vida y dejar en la memoria del universo una buena obra. Y al menos alguna sonrisa en el público.
Alberto Real Borrueco
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El desván del gato verde
EspiritualEl desván del gato verde es un compendio de reflexiones, sobre el mundo que nos rodea y la vida en general escrito en clave de poesía. Un viaje a través de pensamientos, que consideran a la espiritualidad, la brújula fundamental para tomar rumbo ha...