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|Vidas Diferentes|
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Un nuevo día se asomo despertando a un agotado chico de tez morena.

—Mmn... ¿Qué hora es?— murmuró somnoliento, tomando su celular, que reposaba sobre su mesa de noche, lo encendió comprobando que ya era hora de ir al instituto —pensé que era más temprano— comentó.

Y es que al abrir sus ojos y ver la oscuridad de la habitación pensó que aún era de madrugada, pero se había equivocado, al parecer el cielo estaba nublado.

Se había levantado y acercado a la ventana, que estaba cerrada y empañada, para observar el exterior. Bon pasó su mano sobre esta limpiando un poco su superficie borrosa y comprobando que efectivamente estaba lloviendo.

—Así que está lloviendo— se apartó y se dirigió al baño de su habitación para asearse, un día de lluvia no arruinaría su "Asistencia Perfecta".

Se baño aún con todo este frío, lo soportó, luego limpió mesurado sus dientes, después de todo debían lucir siempre limpios y blancos, terminó por peinarse, siempre decidiendo que peinado escoger.

Una rutina que debía seguir todo los días para lucir bien en su día de estudio, no era tan fácil después de todo y eso que esa no era la peor parte.

Salio del baño para acercarse a su armario y sacar un atuendo para asistir a clases, otra tarea que tomaba tiempo, luego de estar alistado tomar su teléfono y mochila para así al fin retirarse a desayunar, si es que su padre aún dormía porque si no sería otro día difícil.

Al llegar al final de las escaleras miro, cauteloso, sí su progenitor estaba despierto, a buena hora no, aprovecho y se acercó a la cocina para tostar un pan con mantequilla y prepararse un poco de café, deseaba estar bien despierto hoy.

La razón por la que se preocupa demasiado si su padre estaba o no despierto en las mañanas se debía a que, aquel hombre, solía hacerle la vida algo difícil al estar embriagado, y Bon, detestaba aquello, mejor dicho odiaba el alcohol y por ende le causaba repugnancia su olor.

Ni siquiera quería asomarse a la sala, donde seguramente estaba su padre ya que debía apestar a trago.

Siempre cuando volvía del colegiado debía limpiar todos los desastre que causaba su progenitor, pero al menos agradecía que él trabajará, así no sufrían económicamente aparte de que no le desagradaba la idea de siempre andar limpiando, más bien le gustaba la limpieza por esa razón nunca se cansaba de mantener su buena higiene, aunque sonase algo tedioso, pero admitía que una casa tan grande como la que tenían les quedaba algo grande, aunque sonara redundante.

El timbre de la tostadora sonó expulsando las dos rebabas de pan, Bon las tomó y se sentó a desayunar tranquilamente, sí su padre hoy estaba dormido aprovecharía la tranquilidad que se formaba, no todos los días podía hacer aquello.

Al terminar se marchó de su casa, no sin antes tomar su juego de llaves y su paraguas, habían dos de ellos en la entrada de su puerta, el otro le perteneció a su madre.

Si iba a caminar debajo de esa lluvia no planeaba mojarse aunque en esta ocasión prefería tomar el autobús.

—Bueno, otro día más— se dio ánimos para finalmente salir de casa.

Emprendió su camino, pero no basto mucho para que un automóvil pasara aun lado de él llamando su atención.

—¡Bon! ¡Hola!— un rubio se asomó por la ventana de copiloto saludando amistosamente.

—¡Hey! ¡Hola Golden!— le devolvió el gesto y por inercia se acercó a su vehículo —¿Qué ocurre?.

—Nada importante, pero no puedo dejar que camines bajo la lluvia al instituto, sí deseas puedo llevarte, hay espacio de sobra.

Yo Soy Bon [BxB] |+18| |PAUSADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora