Perfecta: Te esperé varios días en ese maldito lugar hecho mierda, y... ¡Y tú nunca llegaste! -le grité. Ese tipo ya no era nada mío.
Me levanté de mi silla y tomé mi preciada ballesta. Le apunté a la cabeza, pero a pesar del odio que le tenía en es...
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Alice: Antes, daba lo que fuera para que sea fin de semana e irme contigo -le dije a mi padre, mientras este conducía la moto- Ahora desearía solo un día más allí. Extraño los entrenamientos.
Daryl: Reconoce que ahora entrenas con motivos, y sin darte cuenta.
Alice: Odiaba volver los lunes a aquel lugar. ¿Quién diría que ahora estoy viva gracias a esos años en el Armed Heart?
Daryl: ¿Tuve una buena idea, no?
Mientras hablábamos, nos percatamos que la carretera que nos llevaría a Fort Benning estaba bloqueada, llena de autos.
Alice: Guiemos al anciano, para que no se pierda en el camino -me burlé. Por suerte había un pequeño lugar, por donde podíamos pasar.
Íbamos por delante, pero escuchamos que la manguera de la casa rodante explotó nuevamente. No podíamos seguir, así que bajamos y nos reunimos con los demás.
Alice: Por lo menos, este lugar equivale a una mina de oro.
Daryl: Si no encuentran repuestos, puedes encontrar más cosas.
T-Dog: Extraeré combustible de los autos.
Alice: ¡Mina de oro!
Nos separamos y fuimos en busca de agua, comida, combustible, de todo en sí.
Fui junto a Carl y Sophia. Debíamos buscar cosas útiles, pero yo no solo haré eso con estos dos.
Alice: Niños, ¿Qué dirían si vamos al bosque a cazar?
Carl: Diría que no nos dejan.
Sophia: Diría que es peligroso.
Alice: ¿Saben que me quedé todo un día allá, verdad? No es tan peligroso como parece.
Sophia: No podemos. Hay caminantes por todos lados. Tú no podrías con todos.
Alice: ¿Tú si?
Sophia: No lo necesito, para eso están Rick, Shane, Glenn, T-Dog y Daryl.
Alice: ¿No crees que deberías aprender a defenderte por tu cuenta, niña?
Carl: Ya dejen de pelear y ayúdenme a buscar.
Alice: Niño, ¿No quieres ir? -Carl se quedó callado, y supe que estaba de lado de la niña- Bien. Me iré por mi cuenta. No me gusta estar en lugares donde no aprecian mi estilo y mi perfección.
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Me dirigí al inicio de este cementerio de autos. No había nada útil en estos vehículos, más que ropa de niños ricos.
