•Cap 31: ¿Hija?•

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Creo que no hay nada mejor que abrazar a una persona, después de haberla extrañado tanto.

Creo que no hay nada mejor que abrazar a una persona, después de haberla extrañado tanto

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Quizás no debería reaccionar así. Quizás debería ser más compasiva.

Pero, ¿Qué harías si te encuentras con alguien que te abandonó? ¿Qué harías si te encuentras con alguien que juró estar contigo siempre? ¿Qué harías si te encuentras con tu padre, la persona que, se supone, debía protegerte?

Perfecta: ¿Vas a quedarte ahí parado? ¿No vas a venir a comprobar que enserio soy yo o una simple alucinación?

Daryl: A-Alice... -las lágrimas volvieron a caer por sus ojos. Me causó gracia, así que le sonreí.

Perfecta: Sí, Dixon. Soy yo -esperé alguna respuesta por su parte, pero él parecía una estatua- ¿Solo vas a quedarte ahí? Puedo irme si quieres.

En ese momento corrió a abrazarme. Se suponía que yo no tenía que reaccionar. Yo no debía reaccionar. Pero no pude evitar abrazarlo.

Fue quien me abandonó. Quien me dejó. Quien no me buscó. No movió ni cielo ni tierra para encontrarme. No pensó si yo tenía miedo, hambre, ansiedad, frío, tristeza.

Pero antes que nada, él era mi papá.

Perfecta: Bien, bien suficiente cariño -traté de quitármelo de encima.

Daryl: Eres tú. En verdad, eres tú -decía mientras acariciaba mi mejilla- Pero es imposible. Los caminantes te alcanzaron en la granja.

Perfecta: No. Alice es una Dixon, más dura que cualquier roca. En el fondo siempre supiste que nada podía matarme. Me lo repetías desde niña, día tras día; "Nada puede conmigo". Y dudaste de tu propia promesa.

Daryl: Quería ir a buscarte... Pero me convencieron de que era un suicidio. De que nadie podría aguantar eso.

Perfecta: Pudiste al menos ir por los alrededores de la zona, por si escapé, por si estaba herida, atrapada. Pero no, solo te fuiste.

Daryl: Lo siento.

Él agachó su cabeza. Lo tomé de esta y lo puse en mi hombro, mientras lo abrazaba de manera fría y desagradable.

Perfecta: No te preocupes, todos cometemos errores.

Daryl: Sí -se alejó un poco con una sonrisa, y puso al descubierto su motocicleta- Ven. Me encontraste, pequeña. Vuelve conmigo. Vuelve con el resto.

Me extendió su mano, mientras se iba acercando a su moto.

El pobre no sabe que me dio una gran idea.

Perfecta: Si lo que quieres es estar conmigo, lo estarás -subí a la parte de atrás- Pero no iremos con ellos.

Tomé la parte de atrás de mi ballesta, y le di fuerte en la cabeza. Se desmayó, y traté de atarlo al lugar donde me senté.

Alice DixonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora