Los extraños pueden convertirse en amigos tan fácilmente como los amigos puedes convertirse en extraños
El silencio reinó entre las cinco personas presentes en la escena. Solo escuchaba lo que parecían ser los pasos inquietos de mi padre.
Aún no lo vi, no puedo. Como una estúpida impulsiva lo grité, y él me escuchó.
Carl seguía protregiéndome en sus brazos, pero no durará mucho. Mi padre estallará en cualquier momento.
Al fin sus pasos frenaron. Sentí que ahora, en lugar de dar vueltas, se dirigía a mí.
Cerré mis ojos, tratando de retener lo inevitable. Pero es imposible.
Unas fuertes manos agarraron con brusquedad mi brazo, alejándome del chico que se atrevió a quererme y protegerme de todo.
Estaba cara a cara con mi padre, pero con la vista baja, ya no puedo mirarlo. Me apretó ambos hombros, y me agitaba fuertemente.
Daryl: ¡Jane, te estoy hablando! -me gritó- ¿Qué mierda fue lo que dijiste?
Rick: Daryl, no... Déjala -dio unos pasos hacia nosotros. Me hizo sentir bien, pues por primera vez me está defendiendo.
Daryl: Tú no te metas, estoy hablando con mi hija.
Alice: Papá, yo...
Daryl: Dime que no -gritó mas fuerte, hasta el punto en que su voz se quebró- Dime que no te hicieron... -volteó si vista y vio a John, el responsable. Su mirada estaba ardiendo, matará a alguien en cualquier momento- Tú...
John: Se-Señor Dixon, yo puedo explicarle -tartamudeaba mientras se alejaba a pasos largos.
Daryl: ¡Te dije que la cuidarás! -lo regañó- ¡Estuviste con ella desde pequeños! ¡Durmieron juntos en mi casa! ¡Te llevamos al bosque y a todos los lugares a dónde escapábamos! ¡¿Cómo mierda fue que te atreviste a hacerle eso?!
John: Señor Dixon, yo puedo explicarles lo que pasó. Sólo...
Mi padre no lo dejó terminar. Se abalanzó hacia él con las mismas intenciones que tenía yo minutos atrás. Estaba arriba suyo, golpeándolo sin parar.
Lo vi sangrar, vi cómo le destrozaban la cara, como se le deformaba el rostro.
Rick corrió hacia Daryl, queriendo frenarlo; pero él lo empujó tan fuerte que cayó al suelo, con tan solo un brazo.
Yo había quedado helada desde que mi padre se dispuso a atacar. Se supone que eso es lo que yo iba a hacer, pero no.
Ver cómo trataban de matar a mi amigo me destrozaba por dentro. No se lo merece, pero yo no puedo dejarlo así, no puedo dejar que alguien lo mate.
Alice: ¡Ya basta! -grité.
Me acerqué a mi padre, y le coloqué mi Korth Combat en la cabeza. Estoy completamente loca, no debería hacer esto, pero no tengo otra opción, no voy a dejarlo así a John.
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Alice Dixon
FanfictionPerfecta: Te esperé varios días en ese maldito lugar hecho mierda, y... ¡Y tú nunca llegaste! -le grité. Ese tipo ya no era nada mío. Me levanté de mi silla y tomé mi preciada ballesta. Le apunté a la cabeza, pero a pesar del odio que le tenía en es...