Si cambias tus pensamientos podrás cambiar tu destino
En la calle.
Carl y Rick quedaron mirándose, cara a cara, separados por tan solo dos metros, mientras Alice se alejaba de ambos.
El Sheriff tenía un semblante asombrado, en verdad le sorprendía lo que segundos antes ambos jóvenes estaban haciendo. Pensar que su hijo, y la hija de su mejor amigo estaban juntos le desagradaba de tan solo pensarlo.
Rick: A casa -ordenó.
Carl: Papá, nosotros...
Rick: ¡A casa! Los dos vamos a hablar.
Padre e hijo encaminaron sus pasos hacia su casa. Al estar allí, se adentraron en la sala, y ambos se sentaron en dos sofás.
A pesar de la intimidante mirada de Rick, Carl no se sentía amenazado, si no todo lo contrario. Estaba demasiado confiado, sabiendo de qué van a hablar, y que él tenía las respuestas correctas.
Rick: ¿Cuándo empezó?
Carl: Aún no empezó nada.
Rick: Carl, la gente no hace eso cuando no tienen nada.
Carl: Por increíble que te parezca, aún no empezó nada. Ella no quiere empezar nada.
Rick: ¿Por qué con ella?
Carl: ¿Tú ves más chicas por aquí?
Rick: ¡Carl! ¿Por qué con ella?
Carl: No lo sé. No me atraía cuando éramos niños, pero cuando volvió, tan cambiada, no pude evitar sentir lo que hoy siento. Sé que la traicioné, le recordé algunas cosas, quizás no fui lo que merecía, pero me perdona todos los errores que cometo. No podría encontrar a otra persona así, y no es porque estemos en el fin del mundo.
Rick: No lo sé, Carl. Nunca creí que podrían estar juntos. ¿Qué es lo que te atrajo de ella? Tú eres un buen chico; no digo que ella no lo sea, si no que es menos... persona.
Carl: Todos llegamos a no serlo -el chico soltó un suspiro, pensando en una respuesta que convencería a su padre- Mira, En sus ojos se aprecia la tierna y dulce niña que es, pero hay que prestar atención, pues a simple vista se perciba lo maldita e hija de puta que normalmente es con el mundo.
Rick: ¿Eso piensas de ella, Que es una hija de puta?
Carl: ¡Claro que no!
Rick: ¿Y quién es Alice para ti?
Carl: Una chica excelente. Bastante loca de a ratos. A veces tan triste. A veces tan muerta de risa. A veces tan mala. Pero siempre es una chica que necesita de alguien que la quiera y proteja, aunque no lo demuestre -decía con una tímida sonrisa.
ESTÁS LEYENDO
Alice Dixon
FanfictionPerfecta: Te esperé varios días en ese maldito lugar hecho mierda, y... ¡Y tú nunca llegaste! -le grité. Ese tipo ya no era nada mío. Me levanté de mi silla y tomé mi preciada ballesta. Le apunté a la cabeza, pero a pesar del odio que le tenía en es...