•Cap 41: Amigos•

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Algún día entenderás que todo lo que hice fue porque en verdad algo sentía por ti

Algún día entenderás que todo lo que hice fue porque en verdad algo sentía por ti

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Esperé a que Rick salga de la habitación. Era mi turno, yo quería volver a escuchar su voz. Verlo otra vez.

Alice: ¿Te sientes mejor? -pregunté al entrar, sentándome en una silla.

Carl: Un poco -dijo recostado en una cama, con una venda en su ojo derecho- ¿Qué hay de ti?

Alice: Debí matarlo en casa de Jessie.

Carl: Estoy aquí. Apenas despierto y te veo. ¿No es lindo?

Alice: Me tuviste preocupada toda la noche.

Carl: Lo siento. ¿Qué puedo hacer para recompensarte?

Alice: Me alegra que estés bien. Es lo mejor.

Carl: Gracias por salvarme.

Alice: Tú habrías echo lo mismo por mí. Lógicamente, no me habrías salvado, pero habrías dado tu mejor esfuerzo -bromeé.

Carl: Me aburro. ¿Podemos irnos?

Alice: Aún no. Deberías descansar. Pero si quieres, podemos platicar de lo que quieras.

Carl: Okey. Tengo una pregunta, ¿Cómo aguantabas tanto encerrada en la escuela militar?

Alice: Yo era la típica niña encargada de crear problemas. Habían dos niños; Michael y Jordan. Ellos me odiaban, y yo a ellos. Cada vez que teníamos la oportunidad, los tres peleábamos. Y lo grato era que yo siempre salía ganando en esas luchas. Al coronel debía molestarle que haga esas cosas, pero en lugar de eso, me felicitaba por mi potencial, y subía mi rango cada vez que triunfaba. Así que lo hacía más seguido.

Carl: Desde pequeña eras peligrosa.

Alice: No era solo eso, Carl. Yo obedecía toda orden. Un día, en Canadá, el sargento me envió a golpear a unos soldados de grados menores. Y yo lo hacía, lo disfrutaba. Y así me criaron.

Carl: ¿Te afecta?

Alice: Ahora que lo pienso, sí. Yo buscaba pelea. Dejé en el hospital a muchos de mis compañeros. Era respetada, más bien, temida por el resto.

Carl: Al menos eras conocida por tus logros. A mí me molestaban por ser el hijo del Sheriff.

Alice: Bueno, eras alguien para tus compañeros. Sin el título de asesina, ¿Quieres saber quién era? No era nadie. Y al salir de allí, estaba con mi padre y mi tío. Hacíamos todo lo que Merle quería. Éramos tres idiotas, que se creían los reyes del mundo. Todo por culpa de Merle, él tenía la capacidad de influenciar a mi papá, para que haga lo que él quiera.

Alice DixonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora