Algún día entenderás que todo lo que hice fue porque en verdad algo sentía por ti
Esperé a que Rick salga de la habitación. Era mi turno, yo quería volver a escuchar su voz. Verlo otra vez.
Alice: ¿Te sientes mejor? -pregunté al entrar, sentándome en una silla.
Carl: Un poco -dijo recostado en una cama, con una venda en su ojo derecho- ¿Qué hay de ti?
Alice: Debí matarlo en casa de Jessie.
Carl: Estoy aquí. Apenas despierto y te veo. ¿No es lindo?
Alice: Me tuviste preocupada toda la noche.
Carl: Lo siento. ¿Qué puedo hacer para recompensarte?
Alice: Me alegra que estés bien. Es lo mejor.
Carl: Gracias por salvarme.
Alice: Tú habrías echo lo mismo por mí. Lógicamente, no me habrías salvado, pero habrías dado tu mejor esfuerzo -bromeé.
Carl: Me aburro. ¿Podemos irnos?
Alice: Aún no. Deberías descansar. Pero si quieres, podemos platicar de lo que quieras.
Carl: Okey. Tengo una pregunta, ¿Cómo aguantabas tanto encerrada en la escuela militar?
Alice: Yo era la típica niña encargada de crear problemas. Habían dos niños; Michael y Jordan. Ellos me odiaban, y yo a ellos. Cada vez que teníamos la oportunidad, los tres peleábamos. Y lo grato era que yo siempre salía ganando en esas luchas. Al coronel debía molestarle que haga esas cosas, pero en lugar de eso, me felicitaba por mi potencial, y subía mi rango cada vez que triunfaba. Así que lo hacía más seguido.
Carl: Desde pequeña eras peligrosa.
Alice: No era solo eso, Carl. Yo obedecía toda orden. Un día, en Canadá, el sargento me envió a golpear a unos soldados de grados menores. Y yo lo hacía, lo disfrutaba. Y así me criaron.
Carl: ¿Te afecta?
Alice: Ahora que lo pienso, sí. Yo buscaba pelea. Dejé en el hospital a muchos de mis compañeros. Era respetada, más bien, temida por el resto.
Carl: Al menos eras conocida por tus logros. A mí me molestaban por ser el hijo del Sheriff.
Alice: Bueno, eras alguien para tus compañeros. Sin el título de asesina, ¿Quieres saber quién era? No era nadie. Y al salir de allí, estaba con mi padre y mi tío. Hacíamos todo lo que Merle quería. Éramos tres idiotas, que se creían los reyes del mundo. Todo por culpa de Merle, él tenía la capacidad de influenciar a mi papá, para que haga lo que él quiera.
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Alice Dixon
Fiksi PenggemarPerfecta: Te esperé varios días en ese maldito lugar hecho mierda, y... ¡Y tú nunca llegaste! -le grité. Ese tipo ya no era nada mío. Me levanté de mi silla y tomé mi preciada ballesta. Le apunté a la cabeza, pero a pesar del odio que le tenía en es...