Perfecta: Te esperé varios días en ese maldito lugar hecho mierda, y... ¡Y tú nunca llegaste! -le grité. Ese tipo ya no era nada mío.
Me levanté de mi silla y tomé mi preciada ballesta. Le apunté a la cabeza, pero a pesar del odio que le tenía en es...
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Maggie, la chica de cabello corto hasta los hombros, me contó que Shane y Otis fueron a buscar lo necesario para operar a Carl.
"Otis". El estúpido que le disparó a Carl.
Escuché que el viejito, doctor, dueño de la granja llamado Hershel; le comentó a Rick que si Shane no regresaba pronto deberían proceder, y eso sería peligroso.
A mi lado estaba Glenn. Creo que me vio algo perdida en mi mente, así que me hizo reaccionar.
Glenn: Alice, ¿Estás bien?
Alice: Debemos ir -me miró muy confundido- Si Shane no vuelve pronto, Carl correrá gran peligro y puede morir. Vamos en la camioneta a buscarlo -me levanté de mi silla, pero él me tomó del antebrazo.
Glenn: No podemos irnos ahora. Nos necesitan aquí.
Alice: ¿No quieres ir? Te entiendo. Dame las llaves. No hay una cosa que a día de hoy no sepa hacer, aprendí a conducir. Yo llevaba a mis compañeros en un jeep hacia el comedor cuando estábamos cansados luego de algunas prácticas.
Glenn: No puedo darte las llaves y dejarte ir sola. Si quieres ayudar en algo, pregúntale a Patricia si te necesita. Quédate aquí -se levantó y fue hacia afuera. Antes de eso, volteó hacia mí- Es una orden, soldado.
No pude evitar reírme tras lo último. Pero sí quedé con un nudo en la garganta tras negarme las llaves.
Lo que el pobre asiático ignoró es que mi tío es Merle Dixon, un bandido. Me enseñó a arrancar los autos sin necesidad de llaves, solo mover un par de cables, la cosa más sencilla del mundo.
Al parecer, el universo no quería que vaya, pues un vehículo con Shane dentro llegó, sin un compañero.
Entraron las cosas con rapidez y Carl tuvo una operación "segura". A pesar de las complicaciones, todo salió bien.
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Pasaron dos días desde la desaparición de Sophia. Estamos instalados en la granja, a unos metros de la casa. Desde que llegamos, nos dedicamos a buscar a la niña sin resultado alguno.
Hora tras hora viendo a Carol a lo lejos, cómo espera que uno de nosotros llegué con su hija. ¿A quién no le da pena o lástima verla así? ¿Quién no me culparía por lo que hice?
¿Algo interesante? Me quitaron mis armas de fuego. Hershel no quiere que las tengamos, solo cuando salgo a buscar a Sophia.
Sentí unos pasos cerca mío, y vi a una de las personas que más me desagradan.
