•Cap 51: Monstruo•

511 34 13
                                    

Ten cuidado en quién confías; El diablo antes de ser diablo fue ángel, Judas antes de ser traidor fue discípulo

Ten cuidado en quién confías; El diablo antes de ser diablo fue ángel, Judas antes de ser traidor fue discípulo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Los hombres corrían por todas partes, pero eso sólo me daba más ganas de decapitarlos.

Tomé mi arma y empecé a disparar como una loca.

Sentí un ruido detrás mío y apunté. Pero solo se trataba de un niño de, aproximadamente, seis años.

Perfecta: Hola, ¿Te perdiste, encanto?

¿?: N-no, no, no me hagas daño -decía asustado- So-sol-solo quiero ir con mi ma-mamá.

Perfecta: Pulga, ¿Tengo cara de mala persona? -le pregunté, con un semblante triste- ¿Crees que te haré algo malo?

¿?: Y-yo...

Perfecta: Pues tienes razón.

Tomé mi cuchillo y se lo clavé en el vientre, abriendo todo su estómago. Vi su rostro pálido, lleno de lágrimas, y eso me divertía.

La sangre me empapó la cara, y yo le sonreí al pequeño, con actitud burlona.

Perfecta: Ay, amorcito, no me culpes a mí. Culpa a tu mami por crearte en su vientre como un varón -me acerqué a su oído y le susurré- Oceanside se quedará sin muchachos como tú. No me interesa lo pequeño que seas, ¿Sabes por qué? Por que no hay excepciones...

Escuché sus gritos de dolor, pero eso deleitaba más mis ganas de seguir matándolos a todos.

Después de todo, estoy aquí para acabarlos. Esto es lo que amo ser.

°•°

Desperté agitada, con la respiración acelerada. La luz del sol alumbraba el interior de la torre. Noté cómo mis manos temblaban, pero traté de controlarme.

Vi a una chica en mi puesto, era Rosita. Probablemente haya venido al ver que yo me había quedado dormida.

Rosita: Despertaste -me dijo, expresando la obviedad.

Alice: Sí. Olvidé que cambiábamos la guardia en la noche, y me quedé dormida.

Rosita: Lo noté. ¿Así despiertas usualmente, toda agitada?

Alice: No. Logré soñar luego de tanto tiempo. Y lo peor es que no era un sueño, fue un recuerdo.

Rocita: ¿Y? ¿Qué recordaste? -preguntó, apuntando al exterior.

Alice: ¿Qué hay?

Rosita: Caminantes. Nada importante. ¿Qué recordaste?

Alice: Nada importante -repetí su respuesta- Ya me voy.

Alice DixonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora