Puede que no entienda lo que es el amor, pero me encantaría aprender si eres tú quien me enseña
Al día siguiente, volví a salir. Se podría decir que paso más tiempo aquí, que allá adentro. Inclusive más tiempo en el bosque, que con mi padre. Pero nadie puede culparme.
Los lugares solitarios me relajan. Me ayudan a pensar. Aunque a veces, el pensar me distrae.
Caminé sin parar, muchos kilómetros, sin concentrarme en el camino.
En un momento creí que unos caminantes me seguían, así que me volteé. Pero, para mi sorpresa, no había nada. Aunque el sonido, seguía ahí.
Empecé a caminar persiguiendo el ruido. Mi padre me enseñó a buscar el origen del sonido, así que sabía de dónde podría venir.
Seguí caminando, sola. Demasiado extrañada, y un tanto asustada. Pues parecía una gran horda, pero no había rastro de alguno.
Siguiendo mi camino, salí del bosque. No me percaté de un gran hueco de la tierra, y casi caigo allí. Ese hueco, estaba lleno de caminantes. Era alrededor de cien metros cuadrados, quizás más. Y solo estaba a pocos kilómetros de Alexandria.
Corrí de vuelta a la comunidad. Debía avisarle a mi padre y a Rick.
Lo único que impedía que los caminantes salgan, eran camiones, que podrían caerse en cualquier momento.
Seguí lo más rápido posible. Corríamos grave peligro.
Alice: ¡Oigan! ¡Abran la puerta! -dije sin dejar de correr.
Spencer: ¿En qué momento saliste? No te vi hoy -me respondió, abriendo las rejas.
Alice: ¿Te importa? -lo tomé de la camisa, y lo acorralé en la pared- ¿Dónde está Rick?
Spencer: Se fue con el cuerpo de Pete, a arrojarlo en el oeste.
Alice: Yo vengo de ahí. Mejor déjalo, ¿Dónde esta tu madre?
Spencer: En mi casa, con el resto de tu grupo -lo solté de inmediato y volví a correr- ¡Oye! ¿Cómo saliste? ¡Devuelve las armas!
Alice: Ahora no tengo tiempo -grité sin mirarlo.
Por suerte, la casa de Deanna estaba cerca de las puertas. Entré sin más, y me encontré a los míos hablando con la líder de esta comunidad.
Alice: ¡Hay problemas!
Deanna: ¿Qué sucede? -se apresuró a decirme.
Alice: Caminantes, cientos de ellos. A pocos kilómetros de aquí.
Maggie: ¿Qué?
Alice: Como lo oyen. Hay una especie de depresión algo baja. Ahí adentro estaba lleno de caminantes.
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Alice Dixon
FanfictionPerfecta: Te esperé varios días en ese maldito lugar hecho mierda, y... ¡Y tú nunca llegaste! -le grité. Ese tipo ya no era nada mío. Me levanté de mi silla y tomé mi preciada ballesta. Le apunté a la cabeza, pero a pesar del odio que le tenía en es...