•Cap 15: Culpa•

1K 56 2
                                    

No me culpes todo a , mis actitudes también son consecuencias de las tuyas.

La mayoría trató de ignorar aquel disparo, pero ni Lori ni yo nos quedamos tranquilas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La mayoría trató de ignorar aquel disparo, pero ni Lori ni yo nos quedamos tranquilas. Claro que Lori era mucho más obvia, pero no quita que esté algo preocupada.

Lori: Eso fue un disparo -dijo provocando que nos detuviéramos- ¿Por qué uno? ¿Por qué oímos solo uno?

Daryl: Quizás mataron a un caminante.

Lori: No seas condescendiente. Sabes que ni Rick ni Shane se arriesgarían a matar de un tiro a un caminante.

Alice: Estoy de acuerdo, por primera vez, contigo. Ellos no son tan idiotas.

Al afirmar que no podíamos seguir ecos por todo el bosque, mi padre nos ordenó que volviéramos a lo nuestro "Buscar a Sophia y tratar de regresar a la carretera".

Íbamos a seguir, pero Andrea y Carol quedaron hablando. Oí como la mayor de ambas, la madre de la desaparecida,  rogaba por el bienestar de su hija. Escuchar cada palabra de anhelo por su parte destruía lo que me quedaba de humanidad. No puedo dejar de pensar que soy la culpable de su sufrimiento. Culpable de todas aquellas lágrimas que Carol derrama.

°•°•°•°•°

Traté de seguir evitando pensar en lo de ayer, pero era meramente imposible, pues estábamos enfocados en buscar a la niña. Paso tras paso, árbol tras árbol, el largo del arroyo; ni un rastro de Sophia.

Alice: No podemos seguir. La noche se está acercando e inclusive la luz de ahora se está empobreciendo.

Daryl: Sí, es mejor dejarlo por hoy.

Carol: ¿Seguiremos mañana? -dijo con preocupación en sus palabras.

Lori: Claro. La encontraremos.

Caminamos lo que restaba del camino, y la distancia era cada vez más corta. Faltaban por lo menos 100 metros para llegar. Para saber qué haríamos por Sophia y hablar de la división que ocurrió en nuestro grupo de búsqueda.

Oímos un grito al instante, y supimos que la dueña de ese chillido era Andrea.

Corrimos por su ayuda y un caminante estaba a punto de morderla. Teníamos nuestras armas en mano, dispuestos a ayudarla. Ballesta en alto.

Pero a lo lejos vimos una mujer en un caballo, cabalgando a toda velocidad. Fue ella quien se deshizo del caminante, dejándonos a todos con la duda de quién era.

¿?: ¿Lori? ¿Lori Grimes? -decía la extraña, que de alguna manera sabía el nombre de uno de los nuestros.

Lori: Yo soy Lori.

Alice DixonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora