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Hola, Caín.

Hoy me siento un poco más tranquilo que ayer.

Esta mañana hablé con Nora y me pidió disculpas por olvidarse de mí después del pelotazo. Ella aseguró que el golpe la dejó muy aturdida y que por eso no recordó que yo estaba con ustedes.

Sonaba muy arrepentida; no pude hacer más que creerle y aceptar sus disculpas. Después de todo, está en todo su derecho de irse a casa con quien desee y, si quiere ser tu amiga, supongo que tendré que acostumbrarme a la idea.

Lo bueno de todo es que el golpe no le provocó ningún daño; apenas le dejó una marquita roja en la frente. Me contó que fuiste muy caballeroso al llevarla a su casa y que en ningún momento te le insinuaste o le dijiste algo inapropiado.

La verdad es que no esperaba que lo hicieras, porque no sueles coquetear con las chicas. Tu única relación amorosa de la que tengo conocimiento ha sido con Sabrina, una excompañera que ahora vive en México y con la que nunca más volviste a hablar, o eso es lo que averiguó Nora hace un tiempo.

Es curioso que no te acerques tanto a las chicas del colegio, porque podrías enamorar a cualquiera con lo guapo y encantador que eres. Tú las ignoras a todas, incluso a las más atractivas e interesantes.

Eso alimenta mis esperanzas de que, tal vez, podrías estar escondiendo un secreto que aumentaría mis posibilidades de entrar en tu vida.

No obstante, la forma en la que miras, saludas y le hablas a mi mejor amiga me hace pensar lo peor y pone en duda cada una de mis ilusiones. Ya ni te fijas en mi presencia como en los días pasados, ahora solo la miras a ella.

¿Será que te gusta Nora?

¿Será que eres gay?

¿Será que eres bisexual?

¿Será que las probabilidades de que te fijes en mí son tan inexistentes como los unicornios?

Desearía leer tu mente y descubrir qué se esconde en su interior. Estoy seguro de que es un mar de secretos y de revelaciones en el que felizmente nadaría sin miedo a morir ahogado.

Ojalá que algún día nos acerquemos y tengamos la confianza suficiente para hablar acerca de todo lo que más quiero saber sobre ti.

Te quiere,

Charlie.

Hola, Caín [Gratis]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora