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Hola, Caín.

Esta es la primera de muchas cartas que te escribiré y que no te entregaré.

No sabes nada de mí a excepción de mi nombre. Somos compañeros de clase desde hace mucho tiempo, pero nunca he tenido el valor de acercarme a ti para algo más que lo estrictamente escolar.

Ni siquiera tenemos amigos en común, y las diferencias entre nosotros son tan abismales que no te gustaría relacionarte con alguien como yo.

Tú amas los deportes, mientras que yo no puedo patear una pelota sin caer de culo.

Tú tienes las mejores calificaciones en inglés, mientras que yo a duras penas sé español.

Tú amas la música de rock, mientras que yo no sé diferenciar a Nirvana de Guns n Roses, o como se escriban.

Tú te la pasas en eventos sociales, mientras que yo no salgo ni para comprar el pan.

Tú sueles vestir de colores, mientras que a mí me creen una especie de chico gótico por siempre andar de negro.

Tú eres majestuosamente hermoso, mientras que yo soy tan feo como una blasfemia.

Tú te ríes la mayor parte del tiempo, mientras que yo soy una sombra tímida y silenciosa que por poco es invisible.

Tú eres querido por casi todo el mundo, mientras que a mí me odian por ser un "bicho raro".

Y a ti te gustan las chicas, mientras que yo soy gay.

A pesar de nuestras infinitas diferencias, me gustas mucho, mucho, mucho.

Tienes una sonrisa que iluminaría toda una región.

Tienes unos ojos marrones que hasta un supermodelo envidiaría.

Tienes un cabello castaño que luce tan sedoso como las nubes.

Y te fijas tanto en mí como te fijarías en una caca de perro.

Algún día tendré el valor de llegar hasta ti. Cuando suceda, me encargaré de demostrarte que, con todo y nuestras diferencias, estamos hechos el uno para el otro.

Te quiere, aunque no tengas idea,

Charlie.

Hola, Caín [Gratis]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora