Oneshot's [Saint Seiya] Yaoi

Reencarnación(AxS)

Un pedido mas, hecho solamente para los que pidieron el #AioriaxShaka la historia es una especie de AU asi que no piensen que tiene algo que ver, porque realmente si esta ligado a una de mis historias que se fue a edicion, que aun no saldra a la luz. 

Ahora a leer. 

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A través de los tiempos cada persona renace.

Para Aioria esperar mucho tiempo a que alguien importante llegara al mundo era desesperante.

Milo y Kanon eran sus mejores amigos, verlo todos los días, caminar en círculos al castaño le provocaba algo de molestia.

—Tranquilo hombre —dijo Kanon —El va a aparecer ya sabes —prosiguió mientras miraba las uñas de sus manos.

—¿Como? ¡Hace años que deje de verlo! —exclamó alterado.

—Aioria, él va a aparecer de una manera u otra —dijo el heleno tranquilo.

—No lo se, me siento dudoso, debo de ir a sobrevolar la ciudad —dijo con desespero.

—¿Para que? De aquí vez toda la ciudad —hablo Kanon aun con desinterés.

—Entiendo pero... —silencio. —No puedo creerlo —hablo.

Ambos miraron entre si, se giraron hacia Aioria, quien tenia su vista hacia cierto punto, pronto unas alas demoníacas aparecieron y el castaño había descendido.

Fue ahí en donde al bajar al callejón, pudo ver a una mujer dejando un pequeño bulto, simplemente se despidió de aquella cosa y corrió, Aioria sonrió, sabia de quien se trataba. Rápidamente se acerco al pequeño niño, el sabia que era un bebé.

Al momento de quitarle un poco las mantas, pudo verlo, era él, era Shaka.

Los otros dos habían llegado, miraron aquello de habían enternecido en parte mas no había mucho.

—¿Cuidarás de un bebé? —pregunto.

—Supongo que si, no quiero que se aleje de mi —hablo el castaño.

—Sabes que no puedes, los ángeles nos observan y ese bebé es una bendición de ángel —dijo Milo —Solo deja lo en una casa y visita los todos los días —prosiguió con seriedad.

Era cierto en aquellas palabras, pero realmente no quería.

A final de cuenta lo hizo.

[...]

Todos los días iba a verlo, solamente a verlo, adoraba que la gente no lo viera, usaba sus poderes, para eso.

Cada día durante todo esos años, veía a su pequeño crecer.

Le era hermoso ver a su pequeño crecer, convertirse en un hombre, en un hombre que se ganaba la vida de una manera noble, honesta, mas no menciono nada, nunca se presento ante el, hasta el día que cumplió alrededor de 20 años.

El rubio había regresado de su trabajo un día agotador para el, cuando llego encendió las luces, pudiendo ver al castaño sentado en el sofá amplio. El rubio temió y con rapidez saco su móvil.

—Realmente ¿piensas que te harán caso? —pregunto el castaño con una sonrisa.

—¿Quien eres tu? ¿Como entraste? —preguntaba con terror —¿O quieres que llame a la policía? —pregunto con molestia.

—¿Sigues pensando que ellos van a creer eso? —pregunto con irritación. —Pensé que me recordarías, aunque sea por un vago momento —dijo con tristeza.