Traidor [MxC]

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Hola. 

He hecho esto, un fic, en donde coloco un Milo tipo "Camus" y un Camus tipo "Milo" aunque a decir verdad, no se nota la diferencia, ya que siguen siendo de la misma costelacion y etc. Solamente quise invertir los papeles. 

Parejas: Milo x Camus. 

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Tantos bellos recuerdos. Aquellos recuerdos le hizo derramar lágrimas. Había pasado ya meses de que la guerra del santuario se había llevado a cabo y s base de eso unas cuantas muertes se habían dado.

Camus derramaba lágrimas enfrente de aquel mausoleo, había visitado el mausoleo del escorpión, en donde los santos antiguos permanecían ahí. Limpio sus lágrimas al regresar a su templo, recordando cada momento vivido con aquel bicho.

Shaka lo había detenido, el estado del francés era demasiado notorio, puesto los demás dorados jamás habían imaginado que el santo de la vasija cayera en un pozo lleno de sufrimiento, era feliz, sonriente, pasaba mucho tiempo leyendo libros, imaginándome cientos de cosas, era un risueño, pero, desde que sintió algo por el escorpión comenzó a inundarse más.

Fue ahí, donde sus romances fueron un poco duros.

Puesto el mencionado bicho detonaba una frialdad hacia él, muchas veces Camus decía que era cuestión de tiempo, pero ¿que tanto debía esperar?

Ese día no sería la excepción.

— — —

El momento había llegado, los dorados habían recibido orden de la diosa, alejar aquellos santos de bronce sin importar la situación y para Camus aquello era algo muy confuso, el patriarca, Shion. Les había revelado la verdad.

Hades, el temible dios del inframundo, estaría por despertar.

La guerra santa en contra del verdadero enemigo de Athena, ya había empezado.

La noche era diferente a todas las que se pasó en vela, había noches en que no podía dormir. Pero ahora era diferente.

Había algo en esa oscuridad que le hacía sentirse incómodo.

Camus estaba más que cansado, sus ojeras eran notorias, no tenía muchas ganas de bajar al rodorio por suministros como era de esperarse, se detuvo, miró el dia soleado, pronto la voz de su vecino le hizo sentirse reaccionar.

—¡Camus! ¿Vas al rodorio? —preguntó el sueco quien caminó hasta quedar a su lado.

—Pensaba, pero no... —fue interrumpido.

—¡Mira tu menos y no tan hermoso rostro que el mio! —dijo quien lo tomaba del mentón.

—¡Oyes! —replicó.

—Perdona pero es cierto amigo mío, pero sino quieres ir está bien yo iré —hablo sonriente.

El francés miró a su compañero bajar, simplemente negó con la cabeza y regresó a sus aposentos, no tenía muchas ganas de conversar o salir.

—Tengo que olvidar lo, no puedo sufrir, no quiero que todos se preocupen —susurro mientras caminaba de un lado a otro —Quiero que todo sea como era antes —decía, mientras se auto abrazaba queriéndose dar ánimos.

La tarde sigue, quejándose de él mismo, sintiéndose miserable, varias veces había ido por él con la intención de poder ir a entrenar, pero no había podido sacarlo de su templo, la noche había reinado en el santuario, cosa que para el francés era un poco de temor... era demasiado extraño, su templo era su refugio, pero de un momento a otro se encontraba vigilado. Había salido quería ver por un momentos ver las estrellas, quería aire fresco, pero al llegar al pasillo principal de su templo sintió nuevamente aquella mirada penetrante, que hacía detener su andar.

Oneshot's [Saint Seiya] YaoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora