Oneshot's [Saint Seiya] Yaoi

Mi maid (Sx???x???)

Hola.

He regresando dejando este siguiente oneshot. 

Lo hice con mucho amor, espero y si pueda a ver algo de... romance. 

Bueno esta vez coloque a Sorrento en una situacion un poco comprometedora.

Personajes: Sorrento y ????

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Sorrento sonreía. Usaba un traje de maid. Más este no usaba una falda como lo hacía las damas. El usaba un poco short corto, largas medias que llegabas a media de sus muslos, usaba un pequeño chaleco, un delantal con encaje. Mientras su cabello estaba bien peinado.

El peli lila caminaba con suma tranquilidad. Llevaba una bandeja de plata mientras llevaba el desayuno.

Estaba algo nervioso.

Tocó levemente la puerta, abrió con sumo cuidado y camino hasta la mesa que se encontraba en la habitación.

—Joven Maestro, es hora de despertar —hablo el peli lila con suavidad.

El muchacho no recibió respuesta. Se aproximó un poco más para luego terminar siendo abrazado.

El peli lila quedó sobornado ante aquello, el brazo del maestro lo había tomado desde el cuello aproximando lo a su rostro.

—Jo-Joven maestro —hablo a duras penas.

Un sonrojo se había mostrado, mientras sentía aún más como los brazos del maestro bajaban.

—Mmm hueles bien —hablo.

Sorrento sentía miles de cosas. Un sonrojo se mostraba, sentía la respiración del maestro, pronto comenzó a sentir como las manos del maestro lo habían acariciado. 

Los ojos verdes se mostraron, se había destapado por completo mirando el cuerpo pequeño de ese muchacho, las manos del mayor recorrieron los muslos, y sin previo aviso lo colocó debajo de su cuerpo, su larga melena caía por lados de su espalda mientras el menor estaba recostado.

—Voy a saborear  esto —beso con dulzura.

Comenzó a besar los labios del menos mientras sus manos abrían paso por sus short. El menor no réplicaba  simplemente sentía miles de sentimientos extraños. Su sonrojo era notorio, sus ojos entrecerrados mientras seguía sintiendo como los labios del mayor pasaban al cuello.

Aquellas manos hacían miles de sensaciones.

Sorrento intentaba calmarse, pero las caricias hacían que gimiera.

El mayor sonrió ante aquellos.

Colocó su mano en la entrepierna dando caricias.

Sentía eso... Sentía esas caricias.

Comenzó a jugar con su sexo, comenzó a acariciar, metió dos dedos a su boca, obteniendo sus dedos húmedos.
Introdujo su dedo en su entrada, haciendo que el peli lila mortífera si labio inferior. Intentando detener su voz.

—No te rehúsa —hablo.

Abría su entrada cada vez que lo sacaba, sentía estremecido.

Cuando pronto sintió como el miembro del mayor se adentraba a su cuerpo. Las embestidas y los severos golpes provocaba la sensación de placer. El menor suplicaba por más, ambas piernas pasaba por los hombros del mayor quien seguía embistiendo.