Defteros x Asmita 4

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Día tras día era lo mismo, Asmita se dió cuenta que Defteros no lo quería, tal parecía que algo había cambiado y después de un día entero salió de la habitación, un día antes había discutido con Defteros, a menos el lo hizo, porque el demonio ni siquiera le respondía a sus insultos.

— Defteros... Quiero disculparme...

Cuando salió solo fue para ver al demonio en la sala que parecía quitarse las vendas, Asmita se acercó, con la intención de ayudarle, cómo lo había hecho tiempo antes.

— Defteros, ¿crees que podamos iniciar de nuevo?

La pregunta no fue respondida, eso había colocado tan decepcionando, sin embargo, Defteros no lo dejo sin una respuesta.

— Si realmente quieres mi amistad lo haré...

Esto sorprendió mucho a Asmita, sus manos dejaron de moverse para quitar aquellas vendas, incluso la alegría lo invadió.

— ¿Quien te hizo eso?

— ... — Suspiro — Nadie importante...

— Nadie importante, te ha dejado cicatrices por toda la espalda.

— ¿Acaso eres un médico para decir ese diagnóstico? Llamaré a Kardia, para que venga Degel, el me ayudara con esto.

— ¿Que hay de mi?

— Los mortales no tienen poderes.

Respondió se puso de pie, iba a irse a la habitación, pero fue detenido, el menor se colocó enfrente y con toda valentía contenida se enfrentó a ese demonio.

— Te prohibido que le hables. No quiero que alguien te cure sino soy yo...

Defteros noto los celos del chico, sin embargo aquello no podría ser real, claramente había sabido que eso había sido inventados por su madre para tener más aliados.

— No estés jugando, es algo bueno para ir mejorando.

Asmita miro como el más alto me pasó de lado, esto le hizo sollozar, aquello no lo soporto, de un momento a otro sus ánimos decayeron, no dormía bien desde hace tiempo, incluso ese demonio lo ignoraba.

— Defteros... Lo siento, no debí dudar, me dolió tanto... Dolió tanto saber que la persona que apreciaba y amaba era alguien más...

Rompió en llanto, se dejó caer, cubriendo sus rostro, mientras le hacía recordar el día en que se reveló la realidad, Defteros se detuvo, miro al chico, pero no sabía si esos sentimientos eran buenos o si eran fingidos. Le dolía verlo así, le dolía tanto, se acercó hasta el se agachó le busco su rostro, alejando las manos de este.

— Deberías tranquilizarte no ha pasado na...

Defteros no continúo, su cuerpo se tenso, sintió el peso extra de ese chico y es que se había lanzado a él, solo para brindar un cordial y sutil beso, quien dejó más que sorprendido al demonio. Cuando el beso ceso, asmita se alejo, dejando ver su rostro triste y avergonzado, había hecho algo que no debía, pero que realmente lo necesitaba.

— Defteros... Por favor perdóname. Un mortal como yo... ¿No debería ser perdonado?

Asmita no sabía que estaba haciendo pero esas súplicas eran tan llamativas para el demonio, quien en un sutil movimiento termino dejando abajo al chico, no se atrevió dejarlo frente a frente, su espalda era visible, su trasero había quedado algo levantado y Defteros parecía contenerse.

— ¿Por qué sigues jugando conmigo? Acaso mi madre también te ha envenenado...

La sorpresa fue tal, Asmita intento hacerle entender pero las quejas no eran como esperaba, parecía sutiles gemidos que hacía encender a Deftero, quien comenzó a acercarse al cuello del rubio.

Oneshot's [Saint Seiya] YaoiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora