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—Bruce, necesito que seas mi fotógrafo. Loki se encontraba más que sorprendido.

—¡Hagámoslo! Contesto el fotógrafo sonriendo.

—Me gustan los atuendos de las modelos, son geniales cariño. Tony rodeo la cintura de Bruce con uno de sus brazos.

—Natasha merecía un lugar, solo digo. El comentario de Peter hizo reír a Bruce, Natasha empujó con algo de fuerza al castaño y se puso tras él intentando ocultar su sonrojo.

Bruce suspiro y tomo la cámara para después caminar hacia las 15 modelos que ya lo esperaban.

Se quitaron las batas dejando ver una parte de su desnudez, el ambiente continuo siendo cómodo para todos. Unos treinta minutos después, el pelinegro se acercó a ellos esperando el cambio de luces.

—Tendremos algunos ángeles por aquí. Exhaló, bebió un poco de agua, cambio la cámara y estiró un poco las piernas.

—Podrías hacer algunas tomas con Nat. Comentó Loki intentando parecer despreocupado.

—Creo que tenemos un vestuario extra, quizá te quede. Bruce humedeció sus labios y miro a la pelirroja.

—No quiero. Contesto en un tono cortante, incluso Tony se giró para mirarla. Estas trabajando Bruce. Carraspeo nerviosa.

—Piénsalo y en un rato me dices. Le sonrió tranquilo y camino hacia la ventana para poder fumar.

Bruce se despidió de la última modelo, acompañándola hasta el elevador siendo amable, como siempre.

Casi de inmediato, la atención de Bruce se centró en Tony, quién se encontraba recostado en el sofá. Tomo un par de fotografías antes de que Peter lo llamara.

—¿Ángeles? Aún no lo entiendo, sí, son hermosas pero, ¿Ángeles? ¿Se acabaron los conceptos en el mundo de la fotografía? Cuestionó Loki mirando las fotos recién tomadas.

Bruce rió y negó despacio.

—Son sesiones de prueba, una marca de lencería algo importante necesita fotógrafos para eventos.

—No tenías que darme explicaciones. Bruce rió.

—¿Lo pensaste? Pregunto mirando a Natasha. Igual y ya terminé de trabajar.

Natasha trago saliva sintiendo enrojecer, desde el último comentario hecho por Bruce el día que la dejo en su casa, se siente mucho más nerviosa cada que la mirada del rizado se centra en ella.

Peter la miro esperando una respuesta mientras Loki seguía admirando las fotografías.

Quizá Loki gusta un poco de Bruce, pero en definitiva, lo que lo tiene enamorado es su trabajo.

Porque sí, Bruce se ve un tanto atractivo mientras toma fotografías, con esa expresión de seriedad y la lengua un poco de fuera. Pero, lo que se obtiene cada que el pelinegro toma una cámara fotográfica es algo digno de admirar y respetar. 

Tony apareció con el vestido de lentejuela color negro en sus manos, parándose frente a Natasha y confundiendo un poco a los presentes.

—Me contaron que estás interesada en la industria del modelaje. Dijo mientras sacaba el gancho que sujetaba cuidadosamente el caro vestido. Dentro de dos semanas tengo una pasarela y necesito modelos. Ahora, allá está el vestidor, yo le pagaré a Bruce por esta sesión.

Bruce la miro de una forma burlona mientras ella sentía el alma en los pies, por alguna extraña razón, sintió que era una orden y no una petición.

Tomo el vestido y con una falsa sonrisa camino hasta el vestidor.

Una pequeña habitación llena de espejos y luz tenue, miro el resto de los atuendos que ya se encontraban sobre el sofá.

Sonrió al ver como el vestido amoldo a su cuerpo, dejando ver sus hombros y su piel blanca resaltando aún más.

Sus cuervas bien pronunciadas y solo una parte de sus muslos al descubierto, dejando mucho a la imaginación.

Se entretuvo admirando la imagen del espejo, feliz y bastante cómoda salió descubriendo el silencio que se había formado en el lugar.

Bruce estaba acomodando algunas lámparas cuando sintió la presencia de la pelirroja, giró sobre sus talones y silbo al verla.

—¿Y el resto? Pregunto nerviosa y trago saliva.

—Fueron por algo para cenar, podemos esperarlos. Bajo la mirada al sentir el nerviosismo de Natasha.

—No, hagámoslo ahora. Soltó con la voz entrecortada.

Se posó frente a él esperando a que dijera algo, pero Bruce solo alzó ambas cejas y sonrió.

—¿Es normal envidiar un poco a ese vestido? Pregunto firme antes de poner un cigarrillo entre sus labios.

Los ojos de Natasha se abrieron un poco más de lo normal y sin pensarlo contesto.

—¿Es normal envidiar un poco a ese cigarrillo? Bruce rió despacio y se sonrojo un poco.

La miro detenidamente y suspiro con fuerza.

—Quiero que seas mi modelo. Acercó su mano al cabello de Natasha para acomodarlo detrás de su oreja.

—Para ti soy lo que quieras. Los nervios comenzaron a quedar atrás para darle paso al atrevimiento.

Bruce trago saliva para aclarar su garganta, humedeció sus labios y saco el humo.

—Me gusta cuando demuestras seguridad. Se acercó un poco más.

—Bueno, si te atreves a acercarte más esa seguridad se irá al carajo. Rió suave y agachó la mirada.

—¿Más cerca? Pregunto fingiendo inocencia y se acercó lo suficiente como para que ella sintiera su cálida respiración.

—No lo hagas. Pidió mirando a Bruce. Si lo haces, no voy a poder parar.

—Esa es la intención, que no pares. Dio un paso atrás de golpe al escuchar la puerta abrirse.

Loki entro y noto el sonrojo de Natasha pero poca atención le prestó a eso ya que un gritito de emoción salio de su garganta al ver lo bien que se veía la pelirroja en ese vestido.

—Nat, necesito que descubras un poco tu pierna izquierda y sube un poco el hombro derecho. Ordenó Bruce con seriedad, sintiendo un poco de molestia al tener el cuerpo de Loki siguiéndolo constantemente.

Con nervios, Natasha obedeció manteniendo la mirada en los rizos despeinados del pelinegro.

Algo inconforme, Bruce se acercó a ella para acomodar el vestido a su gusto. Natasha rodó los ojos inconscientemente haciéndolo sonreír.

—¿No me veo bien? Pregunto coqueta en un tono bajo, intentando que solo ellos dos escucharan.

—Agradece que no estamos solos. Le guiño haciendo que un rubor natural apareciera en las mejillas de la pelirroja.

Bruce acomodó el vestido con bastante calma, se hincó frente a ella y la miro como pidiendo permiso para tocarla, Natasha asintió y con delicadeza el pelinegro acercó las manos hasta sus piernas.

Acomodó el corte del vestido dejando al descubierto una gran parte de su pierna, y en un movimiento rápido paso los dedos por toda la extensión de esta, Natasha lo miro alarmada y él solo se encogió de hombros.

—Me gustas, Natasha. Susurró para ella mientras se ponía de pie, dejándola con la piel ligeramente erizada y con la mente algo confundida.

Hilo. (Brutasha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora