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Natasha iba sumergida en sus pensamientos sintiendo la lluvia sobre su ropa cuando el móvil vibro en su chaqueta.

Sonrió al ver el nombre del rizado en la pantalla y contesto de inmediato.

—Buenos días. Saludo una voz ronca.

—¿Acabas de despertar? Pregunto con diversión.

—Algo así. Natasha solo rió. No quería comenzar el día sin agradecerte por estos cinco meses. Una sonrisa amplia se pinto en el rostro de la pelirroja.

Al menos para ella, últimamente el tiempo ha pasado volando. Siente que apenas comenzaron su relación pero ya son cinco largos meses juntos.

—Felices cinco meses, fotógrafo lindo. Contesto después de un largo suspiro.

—¿Estás en la calle? Se escucha un poco de ruido. Comentó mientras se estiraba.

—Sí, vine a comprar algunas cosas. Mintió.

—¿Te veré en la noche? Tony me contó que el fin firmaras contrato con la nueva campaña así que supongo estarás ocupada. Natasha sonrió al escuchar ese tono de queja.

—Cumplimos cinco meses, obviamente nos veremos esta noche. Bruce sonrió. Tengo que colgar, pasa por mi después de las cinco. Te amo.

—Te amo más, futura esposa. Una risita llena de nervios fue lo que obtuvo por respuesta antes de que la llamada finalizara.

Guardo el móvil antes de cruzar la gran avenida mientras mantenía la última frase del rizado en mente.

Aunque aún no están comprometidos de una forma oficial, ambos suelen apodarse de esa manera.

Le gusta pensar que algún día compartirán apellido y una vida.

La relación con Bruce va cada día a más, incluso en el apartamento del rizado ya hay algunas cosas de la pelirroja.

Cuando ambos se encuentran en la agencia, comen juntos y por lo regular es él quien pasa por ella a la escuela.

Ahora el resto de modelos se limitan a hablar sobre Bruce, se podría decir que Natasha tiene el lugar que le corresponde.

—Buenos días. Natasha se paró frente al mostrador.

—Buen día. La mujer le sonrió rápidamente mientras recibía la hoja. Natasha Romanoff, tu cita es dentro de una hora en el piso cuatro. Los elevadores están a su izquierda. Indicó antes de entregarle la ficha de registro.

Tratando de evadir las miradas de algunos presentes, camino hasta el elevador y subió en la primer oportunidad.

Mantuvo la vista sobre la hoja mientras leía una y otra vez los datos.

Se dejó caer sobre el duro sofá de la sala de espera y dio un largo suspiro.

Después de cuatro días con vómitos y mareos repentinos, decidió pedir una cita con el ginecólogo.

Apesar de estar tomando las pastillas anticonceptivas de forma estricta, el miedo a un embarazo no deseado está muy presente y no solo para ella, para Bruce es aún peor.

Sí, a ambos les gustaría formar una familia juntos, pero justo ahora, un bebé no está en sus planes.

Bruce apunto de convertirse en el fotógrafo oficial de una marca de lencería y ella con varias campañas de marcas importantes en la moda, ambos en el mejor momento de sus carreras pero no en el mejor momento para convertirse en padres.

Un nudo se formó en su garganta de forma veloz con tan solo pensar en estarlo, seguramente Clint la mataría, Tony la mataría y Bruce se mataría.

Sola, en medio de sus negativos pensamientos busco el número de Loki en su móvil.

Por más que intento mantenerse fuerte, no pudo y termino llamando a su amigo para pedir un poco de apoyo moral.

Media hora después Loki llegó junto a Peter, ambos con caras llenas de angustia y algo agitados.

—¿Estás bien? Peter la envolvió en un cálido abrazo.

Los sentimientos de Natasha la sobrepasaron y terminó sollozando en el hombro de su amigo.

Loki la miro intentando buscar alguna señal negativa en ella, pero fuera del llanto, todo parecía estar en orden.

Con ayuda del castaño, Natasha se sentó y limpio las lágrimas que aún adornaban su rostro.

—¿Bruce te hizo algo? Peter cuestionó con algo de molestia.

—No, todo está bien con él. Sonrió mientras limpiaba su nariz. Hoy nos veremos para festejar los cinco meses.

—Thor me contó, dijo que Bruce estaba muy emocionado. Loki sonrió al recordar la emoción con la que Thor le contó los planes del rizado.

—¿Entonces? Apesar de la sonrisa sincera de la pelirroja, la angustia seguía carcomiendo al castaño. Para empezar, ¿Por qué estás aquí?

—Tengo consulta. Explicó bajando la mirada hasta su regazo.

—Nat, comienzo a asustarme. La pelirroja negó mientras sentía un poco de culpa por hacer pasar a su amigo por esa situación.

Y es que desde la primer gran pelea con Bruce, Peter es quien más se preocupa por ella y su bienestar.

—¿Las pastillas te han dado algún problema? Loki se unió al juego de las mil preguntas. ¿Vas a dejar de tomarlas? ¿Regresaran al condón?

—¡Loki! Un sonrojo apareció en el rostro de la joven.

—Si no es alguna de esas opciones entonces no sé por qué estamos aquí. Dijo cruzando los brazos a la altura del pecho, con ese toque tan divo que suele portar. 

—No me lo tomen a mal pero, no me gusta hablar del sexo que tienes con mi hermano. Peter hablo con algo de asco y una mueca de desagrado en el rostro.

—Thor dice que Bruce suele ser agresivo, ¿Qué tan cierto es eso? Pregunto Loki con diversión al ver la incomodidad de Peter. ¿Su pene es de un tamaño agradable?

—¡Loki cállate ya! Grito el castaño. Estás hablando del pene de mi hermano, que puto asco.

—A Natasha no le da asco, creo que le encanta. Continuo burlándose.

—¡Loki! Esta vez fue Natasha quien grito con pánico.

—¡Solo es un pene! Se excusó. El pene de Thor es bonito, puedes pedirle a Bruce que te lo confirme. Dijo ganándose una mirada llena de asco por parte de Peter.

—Sigo sin entender por qué se conocen los penes, es algo bastante raro. Comentó Natasha con deje de duda en su voz.

—¿Pueden parar? De verdad, no me interesa hablar sobre penes ajenos. Ambos sonrieron al ver el sonrojo de Peter. Natasha, dime que estás haciendo aquí entonces.

Peter parecía molesto por no entender, Natasha suspiro y miro a sus amigos antes de beber un poco de agua.

—Creo que estoy embarazada.

Hilo. (Brutasha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora