Cuatro días habían pasado desde que Bruce dio a conocer su decisión. Todas sus cosas se encontraban amontonadas en la entrada del apartamento y es que no había notado cuántas cosas tenía en la agencia hasta que tuvo que mudarlas de vuelta.
Tony lo había ayudado a empaquetar algunas cámaras para mandarlas al almacén pero el desorden parecía no tener fin.
Ese día, Natasha no tuvo intención de acercarse a él, apesar de que todos estaban dándole ánimos para su nuevo futuro, ella solo permaneció en el fondo esperando a que Clint terminara de hablar con Steve.
Peter intento convencerla de hablar con él pero ella optó por no hacerlo. No cuando sigue firme ante la idea de no contarle a Bruce sobre el aborto.
Sí, moría de ganas por acercarse a él y pedirle que no abandonara la agencia, estuvo a punto de interrumpir el discurso de Tony pero su orgullo pudo más.
Y es que si la noticia de su noviazgo llegó a oídos de todos en un corto tiempo, la noticia de su ruptura parecía haber salido en los periódicos porque todos estaban enterados ya.
Incluso los comentarios burlones con ella presente volvieron, el poco respeto que le tenían se esfumó.
Bruce se sintió aún más decepcionado al verla entablando una amena conversación con el nuevo fotógrafo a cargo, John.
Abrió una caja llena de fotografías sueltas y suspiro pensando en todo lo que le esperaba por acomodar.
—Son demasiadas. Peter se paró junto a él y se recargo en la barra de la cocina.
—Creo que voy a tirar esta caja. Al final, son fotografías descartadas. Se encogió de hombros recargando las manos en su cintura.
—Pero no dejan de ser buenas. Sonrió cálido y se acercó tomando algunas fotografías. Rosse ahora trabaja con Gucci, ¿Puedes creerlo? Fuiste el primer fotógrafo con el que trabajo. Estoy muy orgulloso de ti.
—¿Lo estás? Su voz se llenó de alegría y Peter asintió con una gran sonrisa.
—Lo estoy, Bruce. Lo rodeo con ambas manos y recargo la cabeza en su pecho. ¿Sabes que te quiero? Bruce frunció el ceño ante la actitud de su hermano.
Y es que esos últimos días Peter parecía sentirse culpable aunque Bruce no entendía por qué. Incluso Steve y Tony parecían temerosos en cada conversación.
—Lo sé, pequeño. Despeinó su cabello y Peter comenzó a reír.
—Bruce, si yo cometería algún error que te provocara algún tipo de daño, ¿Me perdonarías? Pregunto con los ojos cristalizados separándose de él para mirarlo.
Bruce lo miro con miedo y asintió rápidamente acunando su rostro.
—Pet, de todas las personas a las que conozco, eres el único al que le perdonaría todo. Afirmó con total seguridad limpiando las lágrimas que lograron mojar las mejillas del menor. Pero, ¿Por qué me preguntas esto? Peter negó y se encogió de hombros.
—No lo sé, te amo demasiado y no soportaría el que tú me odiaras. Bruce sonrió y beso su frente.
—Nunca lo haré, me sería imposible hacerlo. Así tú me rompas el corazón, yo siempre estaré por y para ti. ¿Lo entiendes? El castaño asintió sonriendo falsamente.
—Gracias por ser el hermano que eres. Bruce respondió con una risita nerviosa y asintió. Voy a comprar pizza, papás ya no deben tardar, ¿Cenas con nosotros?
—Claro, pasaré la noche aquí y mañana veré a donde llevo toda esta mierda. Peter lo abrazo una última vez antes de caminar a la puerta principal.
Y es que una vez más, el pobre Pet es quien la pasa peor.
Por un lado debe apoyar incondicionalmente a su amiga, Natasha no está pasando por su mejor momento y cada día la culpa crece más para ella.
Pero el tener que mirar a Bruce a los ojos sabiendo lo que le oculta, solo está acabando con la tranquilidad del pobre joven.
Por favor, alguien salve a ese pequeño.
Aún confundido, Bruce regreso su atención a las fotografías sueltas y decidió conservar algunas. Comenzó a urgar entre el montón y su tarea por elegir las que conservaría comenzó.
Para cuándo se dio cuenta, ya había sacado unas veinte fotos de la caja.
—Como si tuvieras lugar donde meter todo esto, estúpido Bruce. Se regaño por lo bajo.
Algunos gratos recuerdos llegaron a su mente, ver esas fotografías le recordaron sus inicios en la agencia.
Y es que no por ser el hijo del dueño tuvo el camino fácil. Tony lo obligó a ser ayudante durante el primer año, aunque Robert, el fotógrafo que le tocó como jefe, le permitía hacer sesiones a escondidas y algunas veces colaba fotos del rizado en los proyectos.
Tony casi se volvió loco cuando Rob le dejo todo un proyecto al rizado sin siquiera mencionarlo, fue hasta el día de la presentación del mismo cuando todos se enteraron del hombre detrás de ese magnífico resultado.
Y no, no es que Tony no confiara en el talento de su hijo, simplemente quería que su carrera comenzara como la de cualquier fotógrafo.
Bruce dio un salto al escuchar el timbre, dejo las fotografías sobre la mesa y camino hasta la puerta preguntándose quien podría ser.
—Buenas tardes. Un hombre con uniforme de paquetería le sonrió. Busco al señor Rogers o en su caso al señor Stark.
—No se encuentran pero soy su hijo. El hombre frunció el ceño y balbuceo confundido.
—¿Tienes alguna identificación? Es que son documentos confidenciales.
Bruce asintió y busco en sus bolsillos su cartera, saco la licencia de conducir y se la entrego al hombre.
Este confirmo los apellidos del rizado y asintió despacio.
—Tengo órdenes estrictas de entregar esto a alguno de los dos señores. O... Se detuvo un momento para leer los datos del sobre. ¿No se encuentra la señorita Natasha Rom-Romanoff?
Bruce dio un paso atrás y su confusión aumento.
Después de pensarlo un momento supuso que se trataba sobre el trabajo.
—Soy su hijo y trabajo para ellos. Si llegas a tener algún problema yo me hago responsable de todo.
El hombre dudo un poco pero terminó por ceder, le entrego la hoja a Bruce para que firmara como responsable y una vez entrego el sobre se despidió con amabilidad.
Bruce cerró la puerta y pensó un poco en averiguar de lo que se trataba. Su curiosidad ganó y camino a la cocina para buscar unas tijeras y así poder abrir el sobre sin dañarlo.
Dicen algunas personas que la curiosidad mató al gato.
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Hilo. (Brutasha)
FanfictionEn una vida cotidiana, Natasha Romanoff y Peter Stark son mejores amigos. ¿Qué pasaría si todos los clichés se juntarán en una sola obra? Lo averiguaremos. (Esta obra fue finalizada el 8 de agosto del 2019 pero he decidido hacer correcciones de r...