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—¿Cómo la pasaron anoche? Loki se cruzó de piernas entregándole toda su atención a la pelirroja.

—Discutimos un poco y él se quedó en la sala mirando una película. Se encogió de hombros con tristeza.

—¿Podemos saber por qué pelearon? Peter acarició su espalda al ver el semblante tan melancólico.

Natasha iba a contestar cuando su móvil sonó dentro del bolsillo de su chaqueta.

Era Bruce, y es que después de despertar sin la compañía de la pelirroja se sintió realmente inquieto.

—¿Natasha? La voz desesperada del rizado la saco de su poca tranquilidad.

—Sí, ¿Estás bien? Te escucho preocupado. Pudo escuchar un largo suspiro al otro lado de la línea.

—No te despediste, me preocupe un poco. Confesó con timidez. Quiero disculparme contigo, ayer no tuve el mejor humor.

—No. Contesto de tajo. Yo debo disculparme, entiendo que hay temas en los que no debo meterme y me comporte de una forma infantil. Bruce se mantuvo en silencio. El tema de tus padres biológicos es algo que no me incumbe y no tengo ningún derecho como para obligarte a hablar. Peter se tenso al escuchar de lo que se trataba.

—Si quieres saber sobre ellos, entonces estoy dispuesto a contarte. Solo necesito... Trago saliva y exhaló. Necesito tiempo.

—Si algún día quieres hablar entonces yo estaré ahí para escucharte. Tú nunca serás como tu padre, necesito que tengas eso en mente, ¿Está bien? Intento desviar el tema. Debo irme, hablamos después. Se despidió al ver que el doctor la llamaba desde la puerta del consultorio.

—Bien. Te quiero, ¿Lo sabes? Dijo con tranquilidad.

—Lo sé, te veo más tarde. Colgó la llamada sin esperar una respuesta.

Loki y Peter decidieron esperar afuera, apesar de que Natasha les rogó para que entraran con ella ambos creyeron que sería mejor darle espacio y privacidad.

Con un frío en el cuerpo, se acomodó en la silla sin despegar la mirada del sobre blanco con su nombre.

—Natasha, ¿Qué tal? Liam, el doctor de cabecera de los Stark se acomodó frente a ella con una gran sonrisa.

—Responderé eso en cuanto sepa los resultados. Contesto removiendose con incomodidad.

El hombre de canas solo sonrió y suspiro mientras abría el sobre.

Saco un par de hojas y colocó sus gafas sobre el puente de su nariz. Comenzó a recorrer las hojas con la mirada mientras asentía pausadamente.

Una vez finalizó, levantó la cabeza y la miro de una forma nada positiva.

—Según esto, estás cerca del primer mes de embarazo.

Natasha sintió su cuerpo desvanecer, cubrió su boca con ambas manos mientras sentía un nudo formarse en su garganta y unas arcadas bastante rudas.

—Le hablaré a tus acompañantes y te daré tiempo para que asimiles la noticia. Dijo mientras se ponía de pie preocupado ante la reacción de la joven.

Natasha no le prestó atención, se mantuvo en la misma posición mientras las lágrimas rodaban sobre sus mejillas.

Su vista se nublo y su mente se llenó de miles de escenarios posibles, obviamente todos con resultados negativos y desastrosos. 

Peter entro junto a Loki, ambos compartieron miradas al ver el estado de su amiga.

—A-ayer Bruce me dijo que no está listo para ser padre, ¿Qué mierda haré ahora? Hablo con la voz rota mirando a Peter.

—Nat... Fue lo único que pudo decir.

Loki suspiro exasperado y bufó sintiéndose molesto.

Por alguna razón, esa noticia no fue agradable para ninguno de los presentes.

—Nosotros no podemos ayudarte en nada, lo mejor es que hables con Bruce y juntos vean lo que harán. Los ojos de Natasha se abrieron con pánico ante la solución de Loki.

—¡No, no puedo hacer eso! Dijo entre sollozos con desesperación.

—¿Entonces qué harás? Natasha se puso de pie y tomo su bolso.

—Necesito ver a Tony. Peter frunció el ceño pero asintió.

—Vamos, yo te llevaré. Ofreció abriendo la puerta del consultorio.

Loki tomo las hojas con los resultados y camino a paso rápido detrás de ellos.

Después de un par de mensajes descubrieron que Tony estaba en la agencia y para suerte de Natasha, Bruce aún se encontraba en su apartamento.

El camino fue horrible, ella sumida en un llanto incontrolable y los dos jóvenes sin saber que hacer o decir.

Peter trato de conducir de forma correcta pero el estado de su amiga no se lo permitió, debido a los nervios estuvo apunto de atropellar a una señora.

Natasha utilizo los lentes de Loki para intentar pasar desapercibida, aunque no lo logro. Varias miradas se posaron en ella en cuanto puso un pie dentro de la agencia.

A paso más que veloz, caminaron hasta la oficina de Tony en la que lo escucharon riendo junto a Steve.

—Creo que debes tener un poco de privacidad con ellos, nosotros estaremos abajo por cualquier cosa. Natasha asintió y acepto el abrazo de Loki. Peter solo sonrió abriendo la puerta.

Las alegres sonrisas de los esposos desaparecieron al ver el estado de Natasha, Tony fue el primero en ponerse de pie. Camino hasta ella y la tomo de los hombros mirándola con angustia.

—¿Qué ocurre? Pregunto Steve sirviendo un vaso de té.

—¿Puedo hablar con ustedes? Ambos asintieron de forma frenética y la llevaron hasta el sofá.

Natasha bebió un poco del dulce y caliente líquido mientras ellos acercaban un par de sillas para sentarse frente a ella.

—Te escuchamos. Steve la invito a comenzar y ella asintió.

—Se que en estos casos debería recurrir a Clint, pero solo pude pensar en ustedes dos como apoyo. Los sollozos interrumpieron su voz.

—Puedes contar con nosotros para lo que sea. Tony acarició su cabello con cariño intentando tranquilizarla.

—Estoy en problemas. Suspiro un par de veces sintiendo el nudo apoderarse nuevamente de su garganta.

—Debe ser un problema bastante grave como para que estés así de alterada. Steve le sonrió sereno.

—Yo... Yo no sé cómo decir esto. Cubrió su boca con una mano intentando eliminar los sollozos que salían con agresividad desde el fondo de su pecho.

Sueltalo, creo que necesitas hablarlo. Tony sintió un ligero malestar estomacal.

—Estoy embarazada. Y haciéndole caso a Tony, soltó la noticia de golpe.

Ambos hombres se tensaron ante esas palabras, se miraron rápidamente y confirmaron que ambos estaban en shock.

Las lágrimas volvieron a salir con rapidez empapando el rostro de la pelirroja, Steve carraspeo intentando mantener la compostura.

—¿Bruce lo sabe? Pregunto casi de forma automática.

—No. Contesto limpiando su nariz.

—Bien. Tony apenas estaba regresando en sí. ¿Necesitas que te acompañemos mientras le das la noticia? Natasha negó de inmediato. ¿Entonces? Para ese momento, ambos sabían que la noticia no le había caído nada bien a la destrozada joven frente a ellos. 

—No quiero continuar con el embarazo y necesito su ayuda.

Hilo. (Brutasha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora